El verano llega con otra luz, otros ritmos y, sobre todo, ganas de sentirse liviano. Es el momento ideal para ajustar algunas rutinas y recargar energía, sin hacer grandes cambios.
1. Movete un poco todos los días
No hace falta entrenar a full: caminar, nadar o salir en bicicleta son formas simples de activar el cuerpo y liberar endorfinas.
2. Dormí lo suficiente
Las noches largas y calurosas pueden alterar el descanso. Mantené horarios regulares y evitá el uso de pantallas antes de dormir.
3. Hidratate bien (pero con onda)
El agua sigue siendo la mejor opción, pero podés sumarle rodajas de frutas, menta o pepino para hacerla más atractiva.
4. Comé liviano y colorido
Aprovechá las frutas y verduras de estación: aportan vitaminas, frescura y ayudan a mantener una buena digestión.
5. Buscá tu momento de pausa
Un rato de lectura, música o respiración consciente puede cambiar el tono del día. El bienestar también está en frenar.
6. Disfrutá del aire libre
El sol y la naturaleza levantan el ánimo. Solo recordá usar protector solar y elegir horarios con menos exposición.
El verano puede ser un empujón de energía si lo aprovechás con conciencia. Pequeños hábitos hacen la diferencia: más vitalidad, más bienestar y más disfrute.