Los resonantes casos de abusos en importantes clubes de fútbol y en el ambiente de la gimnasia pusieron el tema en la agenda. Seguramente en unos días el tema perderá su repercusión pero para las víctimas estará como título principal para siempre.
Ese es el caso de Rubén Descalzo, uno de los seminaristas víctima del ex arzobispo Edgardo Gabriel Storni. "Uno lo va viviendo de distintos modos, como puede", comentó pero aclaró: "Nunca se termina de cerrar".
El caso ocurrido en 1992 llevó a abandonar el seminario a Rubén. Pero contar lo que le ocurrió no fue sencillo. "Pasaron muchos años hasta que un abogado me guió", contó en El cuarto poder.
La fortaleza para poder contarlo aumentó cuando en 2016 se dio la primera condena civil a la Iglesia en nuestro país. El Arzobispado de Santa Fe tuvo que indemnizar con $ 756.000 a Descalzo.
"De algún modo sentí un alivio que la Justicia me de la razón en un reclamo que llevó 20 años", manifestó.
"Siempre confié en la Justicia pero me pesa el tiempo que demora". De hecho, comentó que "en mi caso demoró tanto que el causante murió".
No obstante, a pesar del fallo histórico en nuestro país, Rubén aclaró: "Para mí sigue siendo un proceso abierto".