Tras la difusión del fallo civil contra los herederos de Edgardo Storni y el Arzobispado de Santa Fe, Rubén Descalzo, denunciante, dialogó con LT10.
En primer lugar, manifestó su satisfacción por la sentencia favorable. “Fueron muchos años de espera. 25 años desde que sucedieron los hechos y 15 años desde que empezamos con este proceso (judicial). Esperar pacientemente durante tanto tiempo que se termine un tema, cerrar algo que te llevó la mitad de la vida, de alguna manera te genera satisfacción. Alegría no, alegría hubiera sido que nunca pase, pero sí satisfacción y alivio”, dijo.
Además, reconoció que nunca olvidó lo que le ocurrió. “Ese pensamiento y ese recuerdo siempre te va acompañando”.
No obstante, hay algo que nunca llegó: el pedido de perdón por parte de la Iglesia. “Siempre esperé que desde el Arzobispado alguna persona se comunicara para ofrecer una disculpa, esperé un llamado preguntando cómo estaba, pero eso nunca sucedió”, afirmó, y agregó: “Bergoglio estuvo al tanto de todo, y nunca se comunicó”.
Asimismo, afirmó que en tiempos de inicios del proceso se sintió muy poco acompañado. “Éramos tres gatos los que estábamos con esto. Tres periodistas, mi abogado y yo y nada más. Mucha gente miró para otro lado”. También admitió que tuvo miedo “cuando se visibilizó el caso a través de LT10 y de Maximiliano Ahumada y Guillermo Tepper, que sacaron un libro”. “Eran otros tiempos y la Iglesia estaba más involucrada con el gobierno que hoy”.
Aunque insiste en que su vida “ya es otra, independiente del ámbito de la Iglesia”, admitió que tras enterarse del fallo, anoche no durmió. “Te mueve un poco todo el sentimiento, y te refresca los recuerdos”.
De todas formas, dijo no tener ningún resentimiento ni rencor. Sólo quiere “cerrar”. “Si quiero resumir qué quiero que pase: que se termine, aunque yo sé que esto va a quedar en nuestra memoria por siempre”.