Existen muchas fobias que afectan a gran parte de los viajeros y pueden llegar a amargar el viaje, e incluso a cancelarlo por completo.
1. Miedo a volar
Un problema ampliamente extendido. Las estadísticas aseguran que hay muchas más probabilidades de morir en un coche que en un avión. Que las probabilidades de morir en accidente aéreo son de una entre 11 millones. A pesar de las estadísticas, los accidentes siguen generando mucha alarma.
2. Miedo al alejamiento
El ejecutivo que deja trabajo pendiente en la oficina, los padres de familia que dejan a los niños en casa… son ejemplos de situaciones que pueden producir ansiedad. Muchos viajeros son incapaces de ‘desconectarse’ de su hogar y su trabajo, necesitan estar permanentemente informados, lo que genera estrés e impide el disfrute de unas merecidas vacaciones.
3. Miedo a la enfermedad
Cuando surge una alarma mundial, se producen cancelaciones masivas.
4. Miedo a una mala experiencia de vuelo
No se trata de miedo a volar, sino de miedo a todo lo que volar conlleva. Los cacheos, los registros de equipaje o las absurdas normas de seguridad pueden llevar a la histeria. A eso se le unen las cancelaciones, el overbooking y el miedo a pasarse horas y horas durmiendo en el duro suelo del aeropuerto sin recibir respuestas ni soluciones.
5. Miedo a perder el equipaje
Según del Departamento de Transporte estadounidense, las probabilidades de que una compañía aérea te pierda la valija son una entre 285. Demasiado frecuente como para no estar preocupado. La inquietud que produce no saber cómo ni cuándo se recuperará la maleta genera ansiedad entre los viajeros.