Un rato antes de salir en bondi para Buenos Aires, Guillermo Bodnarsky, el capitán de Pacífico, fue clarito ante todo el auditorio que fue a despedirlos. "Es un momento histórico para el club y para General Alvear y hemos tomado el compromiso con la responsabilidad que se merece semejante oportunidad. Si nos quieren ganar nos van a tener que sacar muertos de la cancha", la siguió. Y cuando el humilde salón del club bramaba en aplausos, cerró a toda pompa: "Este partido lo vamos a jugar entre todos, en la cancha somos 11, 340 en la camiseta y 40.000 alvearenses que nos estarán alentando", tiró.
Nadie le regaló nada al Lobo. Todo a pulmón. Como las rifas, como el aporte de esos 340 voluntarios que se pusieron con mil pesitos por cabeza para que su nombre aparezca en la camiseta, y como esa tremenda y tradicional 'pollada' que se arma año a año en las parrillas del club, detrás del arco norte del estadio, para bancar la temporada. La organización de la Copa, eso sí, se puso con los gastos de hotelería y logística.
"A Pacífico le ha traído una pérdida de casi 700 mil pesos la participación en la Copa", había asegurado en la previa el presidente Héctor Moncada en diálogo con Mendoza Gol. Pero... Hay cuestiones que no tienen precio... Por eso la vaquita. Y los pollos, claro...