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Martes 16 de Agosto de 2011 - 18:56 hs

Crecen las críticas por la visita del Papa a España

Benedicto XVI inaugurará el jueves las Jornadas Mundiales de la Juventud; varias organizaciones objetan su alto costo de 100 millones de euros, en un país con 21% de desocupados.

Mientras se espera la llegada del Papa Benedicto XVI por tercera vez a España este jueves para dar inicio este jueves a la Jornada Mundial de la Juventud, instaurada por el papa Juan Pablo II como instrumento de la "nueva evangelización", una gran cantidad de críticas y la planificación de manifestaciones comienzan a darse a conocer por el alto costo del viaje en un país donde crecen las protestas por la falta de trabajo y los ajustes económicos.

La XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fue inaugurada hoy con una misa oficiada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia episcopal española, en la plaza de Cibeles y durará hasta el domingo, donde se prevé un millón de peregrinos llegados desde todo el mundo.

La llegada de Benedicto XVI a Madrid anticipa protestas por el costo en seguridad y traslado que generará su visita, calculada por los opositores en 100 millones de euros (600 millones de pesos argentinos) en momentos en que España atraviesa severas dificultades económicas.

Las críticas son hegemonizadas mayoritariamente por el movimiento llamado los "indignados", un grupo de jóvenes que ocuparon la céntrica Puerta del Sol en mayo para manifestar contra la estrechez económica y el desempleo del 21 por ciento.

Algunas asociaciones laicas y grupos de sacerdotes también cuestionaron el gasto corporativo sin precedentes que rodea la visita del Papa, quien asistirá a la JMJ. "Un acto de este tipo no tiene cabida en un país con cinco millones de desempleados. No estamos organizando una protesta contra el Papa, sino quejándonos de un evento que es muy caro en tiempos de crisis y desempleo elevado", dijo Evaristo Villar, sacerdote de Redes Cristianos, que llevará a cabo una manifestación mañana por la noche, víspera de la llegada del Sumo Pontífice.

Muchos de los manifestantes se quejaron por las reducciones especiales que fueron aplicadas al transporte público para los peregrinos que visitan la ciudad, cuando los residentes debieron absorber un alza del 50 por ciento en el precio del pasaje del subte y ómnibus este mes.

Por ello, decenas de personas se congregaron ante la consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid para protestar por la medida con carteles en los que podía leerse: "Un Papa pagado bendice a robados" o "Católico subvencionado es político, no cristiano". Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud dicen que la cita generará unos 100 millones de euros.

La llegada del Papa estará precedida por una manifestación convocada para mañana por el centro de Madrid en protesta por el alto costo de la visita, a juicio de los organizadores -un centenar de asociaciones laicas y cristianas de base-, y contra el uso de los fondos públicos. El lema de la manifestación será "De mis impuestos al Papa cero. Por un Estado laico".

Luis Vega, presidente de la Asociación madrileña de ateos y librepensadores, ha declarado que calculan que el gasto público que supondrá la visita del Papa rondará los 100 millones de euros y que "no se entiende que un país con cinco millones de parados (desocupados) acoja un evento tan ostentoso".

Los organizadores del evento aseguran que las administraciones públicas no aportan dinero al evento y que éste se ha autofinanciado en un 70% con las inscripciones de los peregrinos y en un 30% con empresas patrocinadoras (Banco Santander, Telefónica, Bankia y El Corte Inglés, entre otros) y particulares.

"Por tanto, supone un coste cero para el contribuyente y además una inyección de más de 100 millones de euros a la economía española", declaró Marieta Jaureguizar, portavoz del evento. Diez mil policías velarán por la seguridad durante la visita del Papa.

VISITA RELIGIOSA.

El Papa llegará a Madrid el jueves a las 12 locales (7 hora argentina) y esa tarde será saludado por los jóvenes en la plaza de Cibeles. Durante su estancia en la capital española será recibido por los reyes Juan Carlos y Sofía y el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. El viernes mantendrá encuentros con religiosos en el Monasterio de El Escorial (a 49 km al noroeste de la capital).

Para el sábado está prevista la participación de Benedicto XVI en una vigilia en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde a la mañana siguiente oficiará una misa de clausura en la que se anunciará la ciudad que acogerá la próxima edición de la Jornada Mundial de la Juventud, creada en 1984, que se celebra cada tres años.

Benedicto XVI ya estuvo en España en 2006, en la clausura de la Jornada mundial de familias de Valencia, y en noviembre pasado como peregrino a Santiago de Compostela y Barcelona. En el segundo viaje el Papa dijo en el vuelo que le llevaba a España que el país vive un "anticlericalismo agresivo".

ENFRENTAMIENTO CON ZAPATERO.

La Iglesia Católica se ha enfrentado en ocasiones con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero por los derechos de los homosexuales y el aborto.

El gobierno de Zapatero creó malestar en la Iglesia católica con medidas como la reforma de la ley de divorcio (divorcio-express), la legalización en 2005 del matrimonio entre homosexuales y el permiso para que puedan adoptar niños, la experimentación con embriones o la reforma de la ley del aborto.

Cardenales y obispos españoles, entre ellos Rouco Varela, se manifestaron en junio de 2005 por las calles de Madrid contra las medidas de Zapatero. En España, un estado aconfesional, el 73% de la población se declara católica aunque solo entre el 13 y el 20% se declara practicante.

Además, cuando Benedicto XVI visitó por última vez España en noviembre de 2010, cientos de homosexuales se besaron cuando llegó a consagrar la Sagrada Familia.