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El Gobierno volverá a presentar en julio un superávit financiero de entre $ 1.000 y 1.400 millones, según distintas estimaciones privadas. Contará, como es habitual, con aportes de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), que sumará unos $ 980 millones.

Así se desprende de distintas fuentes privadas consultadas por El Cronista. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central (BCRA) anticipó un superávit primario –antes del pago de intereses de deuda– de $ 2.123 millones.
Otras mediciones son más optimistas. Un estudio privado estimó un resultado primario positivo de $ 2.200 millones. Para el estudio Orlado Ferreres & Asociados, ese superávit llegará a los $ 2.500 millones.

En julio, el Estado debió afrontar intereses de deuda por u$s 309 millones (unos $ 1.300 millones). El superávit financiero rondará así los $ 1.000 millones. Podría ser superior si se computan rentas de la propiedad del BCRA.

En principio, trascendió que la administración pública contará con utilidades de la ANSeS por $ 980 millones, que explicarían gran parte del superávit financiero.
En los primeros seis meses del año, el BCRA aportó utilidades por $ 4.255,1 millones y la ANSeS transfirió rentas por $ 2.889,2 millones, según la información de la Secretaría de Hacienda.

Esos $ 7.219,6 millones de rentas de la propiedad representaron el 62% del superávit primario acumulado en el primer semestre ($ 10.892,7 millones).
Pero ni las transferencias de organismos públicos ni la buena performance de las cuentas públicas en julio evitan un déficit financiero acumulado en el año, de alrededor de $ 1.100 millones.

El gasto público crece a un ritmo superior a los treinta puntos porcentuales por el crecimiento de los salarios, las asignaciones sociales, los subsidios a empresas y los gastos de capital.

De confirmarse estos guarismos, el superávit financiero también marcará una notable contracción con el registrado hace un año. En julio de 2010, el resultado luego del pago de intereses totalizó $ 2.671,6 millones. Entonces, el Banco Central aportó $ 3.065 millones en concepto de utilidades.

El superávit comercial también se reduce. Con exportaciones que crecen, a junio, un 25% interanual, e importaciones que lo hacen al 38%, el ingreso de dólares es menor. El saldo comercial cayó en la primera mitad del año 20,9% interanual, hasta los u$s 5.786 millones.

El Gobierno estimó un superávit comercial de u$s 10.000 millones para 2011, un 17% inferior a los u$s 12.057 millones del año pasado. las estimaciones privadas revisaron esos números hacia abajo, hasta los u$s 9.500 millones. Una caída en los precios internacionales de las materias primas por la crisis global podría deteriorar aún más esos márgenes.

Los superávits gemelos desaparecen en momentos de zozobra internacional. “En la actualidad, desaparecieron los pilares del modelo: a diferencia de 2006, el resultado fiscal es deficitario, el saldo de la cuenta corriente se volvió nulo y la salida de capitales se aceleró junto a la inflación, lo que se tradujo en un menor ratio reservas/PBI y una apreciación del tipo de cambio real (multilateral o bilateral). Hoy, el único seguro que queda son las reservas internacionales acumuladas durante la bonanza”, indicó la consultora Ecolatina en un informe.