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Si así nos ha ido bárbaro, ¿por qué vamos a cambiar?”, remarcó el ministro de Economía y candidato a vicepresidente del Frente para la Victoria, Amado Boudou, minutos antes de exponer en el Consejo de las Américas. Se refería a la relación que entabló el kirchnerismo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 2003, pero reforzada tres años después, cuando el ex presidente Néstor Kirchner decidió saldar la deuda que el país tenía con el organismo.

El equipo económico participará a fin de mes en Washington de la asamblea de otoño que realizará la entidad conjuntamente con el Banco Mundial, pero no existe ningún interés del Gobierno en generar un acercamiento. Al contrario, Boudou fue bien claro al plantear, ante un grupo de periodistas en el marco del Council, que “permitir la revisión del artículo IV sería habilitar injerencias indeseadas”. “No nos fue mal así, por lo que no vemos razones para cambiar”, sostuvo el ministro, radiante con el amplio triunfo del oficialismo en las elecciones primarias y convencido de que el rumbo adoptado por Kirchner, primero, y ahora por Cristina Fernández es el adecuado para continuar en la senda de crecimiento.

La auditoría del artículo IV es un mecanismo de revisión de las cifras macroeconómicas que el FMI realiza en cada uno de los países miembros y que no logra realizar en la Argentina desde 2006, cuando el país saldó los pasivos con el organismo. Al faltar casi un mes para la asamblea, Boudou todavía no definió su discurso, pero se espera que realice una crítica al rol de los organismos y de las calificadoras de riesgo, cuyas estimaciones y consejos derivaron en la actual crisis financiera internacional. En alusión al escenario global, remarcará la fortalezas de la región y reinvindicará la autonomía de los países emergentes en la definición de sus políticas.

Al respecto, al exponer ayer en el Council, sostuvo que “la crisis le brinda una gran oportunidad a la Argentina” y que “el Gobierno está trabajando en conjunto con el resto de los países de la Unasur”. Sobre las turbulencias de los mercados y el rol de las calificadoras, precisó que “quedó demostrado que fueron ellas y no la política las que hicieron una mala asignación de recursos, porque generaron movimientos de inversión masivos hacia sectores que no tuvieron en cuenta a la economía real y eso provocó el cimbronazo de 2008”.

También se refirió a la crisis la presidenta del Banco Central (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, quien señaló que “la industria es el motor del crecimiento de la Argentina, en un mundo de gran incertidumbre”. “El mayor ahorro interno financió la inversión local y ayudó a reducir el endeudamiento externo”, expresó la funcionaria, al tiempo que agregó que “eso le da a la Argentina una enorme capacidad de maniobra para proyectarse y estar en condiciones de llevar adelante políticas anticíclicas”, que la preserven de eventuales crisis financieras.

El equipo económico aprovecharía la asamblea del FMI y el BM para avanzar en las gestiones que realizan con el Club de París, a fin de saldar la deuda. Consultado al respecto, Boudou afirmó que siguen negociando, aunque evitó dar precisiones. La actual titular del FMI, Cristine Lagarde, fue una de las gestoras en la negociación de la Argentina con ese grupo de países cuando cubría el cargo de ministra de Finanzas de Francia, por lo que no se descarta un encuentro con la funcionaria.