Fue un partido sin equivalencias. Central lo superó de principio a fin a Colón. En el marcador y en el juego. Fue mucho y bueno lo de los Canallas ante un inexpresivo elenco de Franco, superado por aptitud y actitud por un rival muy superior. Ganó ele conjunto rosarino 3 a 0, aunque tal vez mereció una diferencia mayor.
La visita hizo lo que quiso con la pelota en los pies y no se fue al descanso ganando por una mayor ventaja sólo por Broun y el egoísmo de los definidores. Ya a los cinco minutos de partido los rosarinos abrieron el marcador producto de una jugada que se inició en una pérdida de Alan en la mitad de la cancha. La recuperó Central y en dos pases dejó a Marco Ruben solo por derecha. El goleador pensó y asistió de manera efectiva a Lo Celso que de volea clavó un golazo: 1-0.
Fue un monólogo de los de Coudet que se empecinaron en querer hacer el tercero antes que el segundo y sólo por eso no amplió la ventaja como merecían. Se fueron al descanso ganando por la mínima diferencia. Era poco en función de lo que mostró la etapa incial.
Ya en el complemento volvió distinto ¿Colón? No, Colón casi que no estuvo nunca a la altura del partido. Central, volvió más decidido y más efectivo. Esta vez el Canalla transformó en gol cada ataque y por el gatillo de Ruben, antes de los 20´del complemento estaba justificadamente 3-0. Los santafesinos no pudieron con la jerarquía de un elenco siempre mejor parado. Las ambiciones de Central destemplaron a un rojinegro muy manso y espectador de la jerarquía del elenco de Coudet.
Esta vez, no pudo Ledesma, no se supo de Figueroa, no acertó nunca Ruiz y no resolvió Darío Franco desde afuera. Colón ha perdido extrañamente su vínculo con la pelota y eso debilitó, no sólo el ataque, sino también la defensa (recibió 7 goles en dos partidos), demasiadas ventajas ante un Rosario Central atrevido, armónico y ganador, que vive un momento de "vino y rosas"… tiene con que! Esta vez para Colón, Rosario quedó más lejos que nunca.