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 "Yo no cambié", comienza el mensaje telefónico que esta semana envió Sergio Massa a los vecinos de San Martín, los mismos que en 2011 escucharon la voz del tigrense pidiendo el voto para un ignoto Gabriel Katopodis, que terminó ganando las elecciones. Como Katopodis volvió al kirchnerismo, el mensaje actual del líder del Frente Renovador (FR) aconseja ahora votar al "mejor intendente de la historia" de San Martín: su nuevo aliado, el diputado Carlos "Tato" Brown.

Aunque sin tantos condimentos sentimentales -Massa nació y militó en San Martín, donde trabó amistad con Katopodis-, la voz del líder del FR ya se escucha en los teléfonos de todo el conurbano, con mensajes en favor de sus candidatos.

La herramienta se combinará con otra que ya funcionó en 2013: las caravanas, aunque esta vez infladas con esteroides. Massa ultima detalles para una megarrecorrida de 36 kilómetros en la zona norte, oeste y sur del conurbano. La primera ronda será el sábado 18 y comenzará en Malvinas Argentinas, para recorrer luego otros cinco municipios. Todo un día arriba del massamóvil.

Para convocar a que los vecinos participen en las caravanas, el líder del FR también apeló a mensajes telefónicos (IVR) y a Facebook.

A LA PESCA DE HERIDOS

Más ambicioso parece el plan que el tigrense encara por debajo del radar: sumar a los dirigentes y militantes peronistas que la junta electoral del Frente para la Victoria (FPV) no habilitó para competir en las internas del 9 de agosto.

En los registros de la justicia electoral, surge que 73 listas municipales del FPV fueron impugnadas. Oficialmente, por errores formales. Extraoficialmente, por el pedido expreso de los intendentes o la preferencia de la Casa Rosada por los candidatos de La Cámpora u otras organizaciones kirchneristas.

Pero el massismo trabaja sobre un universo mayor: según indicaron desde Tigre, existiría un centenar de listas que no pudieron inscribirse para pelear la interna con los candidatos oficiales del FPV. Son demasiados dirigentes y referentes barriales con conocimiento del territorio que se quedaron sin perspectivas políticas, a sólo semanas de los comicios. A modo de ejemplo, sólo en el bloque de senadores bonaerenses hay 11 legisladores que se quedaron sin lista para competir.

Jesús Cariglino, jefe comunal de Malvinas Argentinas, y Sebastián Galmarini, senador provincial y cuñado del tigrense, son dos de los encargados de rastrillar la provincia y recibir a los "heridos" del kirchnerismo. Pero no hay intendente ni legislador del FR que esquive la tarea en sus propios distritos.

"Esta noche [por anoche] me estoy juntando con 40 dirigentes desplazados por La Cámpora, que para colmo metió a candidatos de otros distritos", comentaba anoche uno de los intendentes del Frente Renovador involucrado en la faena. También se ilusionaba con los heridos del macrismo.

Sin la billetera del Gobierno, el massismo les ofrece una esperanza a los candidatos que perdieron antes de empezar: ser parte de un gobierno en caso de ganar las elecciones. A cambio, les piden que caminen los barrios con la boleta de Massa y, en la noche siempre caliente del escrutinio, pongan el cuerpo para cuidar los votos.