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 La muerte de una niña por hantavirus en el hospital Vilela puso en agenda una enfermedad peligrosa que debe ser atendida y prevenida por la población. Desde la Secretaría de Salud municipal advirtieron que, a pesar de que no se registran numerosos casos en la región, se trata de un virus que actúa rápidamente y de manera letal. Recomendaciones para evitar contagios.

La directora de Epidemilogía del municipio, Analía Chumpitaz, confirmó el deceso de la niña de 11 años, quien ingresó al hospital Vilela con un cuadro avanzado de esta enfermedad en los últimos días y falleció por complicaciones respiratorias. La pequeña se habría contagiado en su casa del distrito norte y falleció luego de pasar 48 hora internada, donde fue derivada después de una primera consulta en un centro de salud. Los análisis efectuados en el Cemar confirmaron este sábado el motivo del deceso.

“Tenemos uno o dos casos de hantavirosis en la región. Es una incidencia baja pero tiene una alta mortalidad de la enfermedad, ya que no tiene ni vacuna ni tratamiento. No existe ningún antiviral ni antibiótico para combatirla”, advirtió.

Aunque la familia de la paciente acudió rápidamente en búsqueda de asistencia médica, “la enfermedad se produce rápidamente, y así los síntomas más negativos, como la insuficiencia respiratoria y renal”, explicó.
Chumpitaz señaló que es complicado saber cuándo se contagió la niña “porque es una enfermedad cuya incubación tiene un período largo, de entre 4 semanas y hasta 2 meses, desde el contacto con la orina o la materia fecal del roedor”.

En ese sentido, sostuvo que es necesario mantener este tipo de animales lejos de las viviendas “sin dejarles en los interiores un hábitat adecuado para permanecer”. Según manifestó la funcionaria, personal municipal se hizo presente en la vivienda de la niña, donde se efectuaron tareas de desratización y búsqueda de madrigueras.

“Hicimos concientización con la familia y los vecinos para saber cómo manejarse”, destacó e insistió en la necesidad de mantener limpios los espacios habitados y de encontrarse con restos fecales o de orina, hay que removerlos usando guantes. En tanto, es necesario recurrir a una consulta médica ante la presencia de malestar y fiebre.