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El Banco Central (BCRA) acumuló ayer 10 jornadas sin poder comprar dólares en la plaza local. En ese lapso, por el contrario, debió acostumbrase a abastecer de divisas a un mercado ávido de ellas.

En especial en los últimos tres días, que fue cuando volvió a abrir la ventanilla de venta a los importadores para desalentar la idea de que había sido el Gobierno el que impulsó un desdoblamiento cambiario de facto al mandar a los importadores a hacerse de divisas por la Bolsa y a precios entre 60 y 75% superiores al que podían obtener los pocos que accedían al dólar oficial aun en los meses que duró ese cerrojo.

"Hace tres días que está aprobando los pagos con cierta normalidad, incluso en cantidades que no aprobaba hace meses, siempre que considere que el pedido está fundamentado", confió a LA NACION un empresario contento porque podrá reabastecer las góndolas de su cadena de electrodomésticos con planchas y secadores de pelo importados.


Foto: LA NACION
Por esas ventas, y ante el ingreso de divisas en el país por el canal financiero tendiendo a cero (ante un aislamiento que inició el cepo y consolidó el reciente default de la deuda), perdió US$ 358 millones de las reservas (1,3%) en ese lapso. Pero el grueso de la caída se concentró en los últimos tres días, cuando se evaporaron US$ 308 millones

La tenencia quedó valuada anoche en US$ 27.914 millones, según datos preliminares que difundió el BCRA, que aún contabiliza en ella los dólares girados por pagos de la deuda pública que no pudieron ser transferidos a sus verdaderos dueños por un fallo judicial (US$ 695 millones, sumando la renta del Discount y del Par emitida en el exterior) y los yuanes que le alquila el Banco de China para maquillar esa caída.

Se trata de una cifra incómoda para Juan Carlos Fábrega, presidente del BCRA, que había hecho pública su meta de mantener esa tenencia en torno de los US$ 28.000 millones para fines de año. Incómoda porque la temporada alta de liquidaciones sojeras ya quedó atrás y, sobre todo, porque el calendario de pagos por atender hasta fin de año está cargado.

Más incómoda aún porque, siguiendo un rol que le asignaron de 2006 en adelante, en 2015 además deberá atender nuevos pagos de deuda por unos 11.900 millones de dólares, cifra que representa algo así como el 40% de su tenencia actual.

La menguante tendencia que vuelven a exhibir las reservas es uno de los disparadores de la corrida cambiaria, que llevó a casi 600.000 contribuyentes en septiembre sobre las cajas de expendio de bancos y casas de cambio para atesorar dólares (ver aparte).

La misma que estuvo detrás de la escalada del dólar paralelo, cuya cotización volvió a empinarse ayer (tras una semana de calma) al escalar de $ 15,60 a 15,72 para cerrar el mes con una ganancia de 12 por ciento. El nuevo despegue volvió a ser impulsado por la firmeza que muestran los precios del tipo de cambio que se convalidan en las operaciones bursátiles. La nota la dio el contado con liquidación, al que le apuntó anoche la presidenta Cristina Kirchner, al cerrar a $ 15 (+17% en el mes), marcando un nuevo récord.

Pero en el mercado sostienen que tras la firmeza que en los últimos 20 días mostró este valor del tipo de cambio está la norma de la Secretaría de Comunicación, según la cual, quien gane la licitación para dar servicios 4G a fin de este mes tendrá que pagarla "con dólares de sus casas matrices en el exterior o mediante la suscripción de bonos en dólares cuyo vencimiento no sea posterior a diciembre de 2015". Sólo cumple esta condición el Boden 2015, el título más usado en el mercado para hacer dólar fuga por su liquidez.