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Con más incredulidad que entusiasmo, la conducción de la CGT más cercana al Gobierno, que lidera Antonio Caló, analizó ayer la nueva instancia de diálogo social inaugurada el miércoles por la presidenta Cristina Fernández en territorio santacruceño. La convocatoria oficial lejos estuvo de conmover a la primera línea cegetista, que decidió apurar un pedido de audiencia con Cristina para la próxima semana con el propósito de reclamar una definición urgente respecto a la baja de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los salarios. La cúpula de la entidad proyecta reunir a su consejo directivo en la primera semana de septiembre y hasta advierte con la posibilidad de un pronunciamiento crítico contra el Gobierno si antes no obtiene respuestas concretas a ese reclamo.


“La verdad que convencimiento con el diálogo no hay, le falta credibilidad, si no se ha dado mucho el diálogo con este Gobierno”, afirmó un referente cegetista tras retirarse de la sede del gremio de capitanes de ultramar, donde Caló reunió a la denominada “mesa chica” de la central para evaluar los resultados del encuentro que sirvió como puntapié inicial del diálogo.


La charla de la cúpula cegetista no solo mostró la escasa expectativa de los gremios con el diálogo. El faltazo de los dirigentes del llamado grupo de los “gordos” (grandes gremios), que ubicaron al dirigente Héctor Daer como candidato de Sergio Massa, y de los referentes de poderosos gremios del transporte, como Omar Maturano y Roberto Fernández de La Fraternidad y la UTA, también evidenció las crecientes diferencias internas por la continuidad del alineamiento de la central con la Casa Rosada, a pesar de la falta de respuestas oficiales a los principales reclamos de la entidad.


Durante la reunión a puertas cerradas Caló intentó contener el malestar de varios gremialistas y pidió esperar el resultado del encuentro que espera mantener con Cristina la próxima semana antes de promover cualquier gesto de endurecimiento hacia la Casa Rosada. En público, el metalúrgico evitó todo discurso crítico y enfocó en los ejes de la agenda que la central sindical prevé impulsar en el marco del diálogo. “En 15 ó 20 días habrá un nuevo encuentro con todos los sectores”, señaló el dirigente y mencionó que, además del planteo por la baja de Ganancias, la entidad se concentrará en los reclamos por la universalización de asignaciones familiares, los fondos para las obras sociales y el combate contra el trabajo no registrado.


En el mismo sentido, el taxista Omar Viviani comentó que durante la reunión, la conducción cegetista “hizo un análisis profundo de la situación del movimiento obrero” y destacó que la entidad “tiene una agenda abierta hace ya algún tiempo” con diversos reclamos que aguardan definiciones por parte del Ejecutivo.


En reserva, otros dirigentes expresaron su desconfianza “la imagen de apertura” que, en su opinión, pretende ofrecer el Gobierno y consideraron que esa actitud es “una reacción exclusiva por la pérdida de votos (en las primarias), pero nada mas”.


“Es muy prematuro pensar que el diálogo va en serio, veremos que pasos se dan”, planteó otro gremialista, a la vez que remarcó que la central espera una definición urgente sobre el tema Ganancias. “Tiene que ser antes de las elecciones, sino no sirve”, aseveró.


Además de Caló y Viviani, de la reunión también participaron los dirigentes del sector de “independientes” Andrés Rodríguez (Upcn) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) junto a Ricardo Pignanelli (Smata), Jorge Lobais (textiles), Horacio Ghilini (Sadop), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Sergio Romero (UDA), Omar Suárez (Somu), y Marcos Castro (Capitanes), entre otros.