La Celeste estuvo casi derrotada en los noventa minutos reglamentarios, pero un gol de Gonzalo Bueno en el minuto 87 consiguió forzar la prolongación en Trebisonda, después de que el subcampeón asiático se adelantara a los 34 con una falta directa de Ali Adnan.
En la tanda decisiva, Gianni Rodríguez falló el primero de Uruguay, pero Ali Faez envió al palo el primero de su rival. Los dos equipos anotaron los restantes, hasta que en el octavo turno el iraquí Saif Salman falló y la tiró alto.
Sudamérica, que se ha llevado once títulos de los dieciocho anteriores, estará por lo tanto en la final del torneo por séptima edición consecutiva, todas desde Nigeria 1999, cuando España y Japón estuvieron en el último partido.
Todo parecía a favor para Uruguay, favorito tras eliminar brillantemente a España en cuartos de final (1-0), pero los pupilos de Juan Verzeri sufrieron muchísimo para alcanzar la ansiada final y poder soñar con superar a la generación que fue subcampeona en Malasia 1997. Irak, que estaba en semifinales de un Mundial FIFA por primera vez, tendrá que reponerse para luchar con Ghana por el bronce.