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El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno armó un escándalo ayer en la residencia de la embajada de los Estados Unidos al acusar a los gritos y ante decenas de testigos, a los periodistas del diario Clarín, Silvia Naishtat y Walter Curia de “tener las manos manchadas con sangre”. Fue durante la tradicional celebración del 4 de julio, día de la Independencia del país del norte, que coincidió con la despedida de la embajadora Vilma Martínez, quien en su último discurso caracterizó a la Argentina como “un país difícil”.

Naishtat relató que se encontró con Moreno y que debido a que “hallarlo es muy difícil y tenerlo allí era el momento para preguntarle”, pretendió conocer su opinión sobre los precios y el desabastecimiento. Entonces el funcionario, le respondió: “usted debería pedirme permiso y decirme... señor secretario, ¿usted quiere hablar conmigo?”.

La periodista explicó por radio Ciudad que “no me había dado cuenta que Moreno levantaba la voz y entonces llegó Walter Curia y le dijo al secretario ‘no le levante la voz a la señora’”
A partir de ese momento, Moreno se desorbitó y le exigió a Curia: “Preséntese” y cuando el periodista lo hizo con su nombre, apellido y el medio al que representaba, “a los gritos Moreno nos dijo a ambos que teníamos las manos manchadas con sangre como todos los que trabajan para (Héctor) Magnetto”, contó Naishtat.

Más tarde, en su discurso de despedida, la embajadora Martínez caracterizó a la Argentina como “un país de vida complicada” y señaló que en la relación bilateral “el origen de ciertos problemas puede encontrarse en las diferentes interpretaciones de hechos básicos que los hacen difícil de resolver”.

Si bien el escándalo protagonizado por Moreno se llevó casi todos los comentarios, los invitados repasaron el panorama político y electoral del país. Hubo coincidencia entre los encuestadores respecto al altísimo grado de desconocimiento de la población con relación a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 11 de agosto. Todavía cautos para dar números certeros de los diferentes candidatos, los estudiosos del comportamiento de la opinión pública indicaron que la sociedad aún está alejada del clima electoral. “Todas las fichas están puestas a las campaña audiovisual que arranca a mediados de julio. Ahí comenzará el proceso de concientización y de definición para los candidatos”, afirmaron.

A Julio Cobos se lo vió muy entusiasmado con la campaña que está llevando a cabo en Mendoza. En su entorno aseguran que si el resultado para el ex vicepresidente resulta favorable se convertirá en la opción del partido para suceder a Cristina, meta en la que también mostró interés el senador Ernesto Sanz.

Tal como es habitual numerosos jueces federales se dieron cita en la Embajada. Con preocupación explicaban: “Somos los enemigos públicos del gobierno. Ahora vienen por nosotros. El consuelo es que por estas horas, por suerte, están más concentrados en buscar harina en los supermercados y en los molinos”.