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Sábado 13 de Abril de 2013 - 00:45 hs

Julio Piumato: \\"Esta reforma es la vuelta a los noventa\\"

Actualizado: Lunes 14 de Marzo de 2016 - 07:35 hs

El secretario general del gremio judicial llegó a la Corte apurado, cuando el discurso de Ricardo Lorenzetti ya había empezado. Una joven de ceremonial le hizo un lugar adelante y el presidente de la Corte, que advirtió su llegada, lo miró y agradeció la colaboración de los trabajadores judiciales en los cursos de capacitación. Fue el martes pasado, un día después del anuncio presidencial de "democratización". Lejos quedaron los tiempos de peleas virulentas entre Lorenzetti y Piumato. Hoy, los une un objetivo: resistir la reforma judicial que impulsa el Gobierno.

"Es la vuelta a los noventa. Vienen a precarizar el Poder Judicial. Crean una figura nueva de trabajador sin estabilidad, lo mismo que está en boga en todo el Estado", dice Piumato. "Para los judiciales se viene el ajuste", presagia.

El gremio anunció ayer un paro. Según Piumato, no sólo en defensa de los judiciales. "Crean casaciones para estirar los juicios, para que el Estado no les pague nunca más a los jubilados, que se mueren antes de cobrar, y los patrones que no cumplen la ley no les paguen a los trabajadores", dice. Piumato ni siquiera aprueba el proyecto que incorpora el ingreso a la Justicia por concurso.

-Si ustedes reclamaban el ingreso y los ascensos por concurso, ¿por qué se oponen ahora?

-Estamos de acuerdo con todos los concursos, es el kirchnerismo el que frena eso en el Consejo desde 2007. Ahora lo sacan con dos agregados que muestran el ovillo: sacan la veeduría gremial de los concursos, y sin eso no hay transparencia, y agregan la "locación de servicio" como nueva forma de trabajo en la Justicia, en negro, sin obra social, sin aporte. Eso demuestra que vienen a precarizar el Poder Judicial, como hacen en las oficinas del Estado. En el Ministerio de Trabajo el 75% de los empleados están precarizados, no tienen estabilidad ni obra social. Estas leyes son maquillaje para hacer bolsa al Poder Judicial.

-En 2007 usted era oficialista, ¿por qué no lo denunció entonces?

-En 2007 yo hice una huelga de hambre por eso. Metí proyectos para la participación de los trabajadores en la obra social, para la jubilación, para que el Congreso aprobara las paritarias... Pensé que en algún momento iba a salir, pero no.

-Usted le reclamaba entonces a Lorenzetti, ¿hoy son aliados?

-No, cada uno ocupa su lugar y tenemos diálogo. Es cierto que hemos tenido momentos más difíciles, pero en esta coyuntura estamos siendo agredidos por la misma fuerza.

-¿En qué perjudica a los trabajadores judiciales la reforma?

-Acá se viene el ajuste, nos quiere aplicar un impuesto al trabajo y con el Gobierno manejando el Poder Judicial, nos van a bajar el salario. Quieren apropiarse de la plata del Poder Judicial y llevársela para otro lado, como la plata de los jubilados. Pero además, está la gravedad institucional de poner a la Justicia al servicio del Gobierno. Volvemos a los noventa: es la aplicación de la doctrina Barra [Rodolfo, ex juez de la Corte]: cuando el pueblo expresa su voluntad en un sentido, la Justicia debe hacer lo que dice el Gobierno y dejar de lado los derechos de los ciudadanos. Si quisieran democratizar, tienen que sacar a los jueces que vienen protegiendo. No hay un juez que haya sido separado por corrupción. Y nunca el oficialismo acusó a ningún juez por dilatar las causas de la gente. Para acelerar los juicios, hay que acelerar las designaciones y crear juzgados con más personal.

-¿Por qué se opone a la creación de nuevas cámaras de casación?

-Son un cuello de botella, con plantas de personal insignificantes. Lo que quieren es estirar los juicios, para favorecer a los patrones y que el Estado no les pague nunca más a los jubilados, que se mueren antes de cobrar. Pero para colmo, los que hicieron esta reforma no conocen la Justicia. Si hubieran hablado con nosotros, por lo menos no le hubieran errado en las categorías. En un proyecto hablan de categorías viejas, como auxiliar principal de séptima. Eso no existe desde los 90..

Fuente: la nación