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Un adolescente, de 16 años, causó una tragedia, cuando atropelló con el auto que conducía a una madre, en momentos en que cruzaba una avenida en la localidad de Rafael Castillo, con sus dos hijos. Tras el impacto, un niño de 4 años falleció en el acto, mientras que la joven mujer y una beba de tres meses sufrieron heridas de gravedad, quedando internadas en "estado crítico" en un hospital del partido de La Matanza.

El hecho generó la ira de los vecinos y comerciantes de la zona, quienes lincharon al chico que manejaba un viejo Torino, al que luego prendieron fuego. Los acompañantes del conductor del vehículo, que también serían menores de edad, lograron escapar. Cuando personal policial arribó al lugar, en medio de incidentes generalizados, logró salvar de la bronca popular al adolescente, quien quedó detenido e imputado en una causa, caratulada como "homicidio culposo y lesiones graves".

El episodio se registró ayer, en horas de la tarde, sobre la avenida Polledo al 2500 de Rafael Castillo, en momentos en que la mamá y sus dos pequeños hijos cruzaban, luego de efectuar una compra en un supermercado de esa cuadra. La joven llevaba en brazos a la beba y de la mano al nene, cuando fueron impactados por el Torino que, de acuerdo a lo indicado por varios testigos, circulaba a alta velocidad, como "corriendo picadas y efectuando maniobras en zig-zag".

Los cuerpos de las víctimas fueron despedidos "a varios metros de distancia", consignaron voceros policiales, quienes agregaron que "las primeras pericias indican que el chiquito falleció en el acto, ya que además de los golpes que recibió, dio con su cabeza contra el pavimento". Al mismo tiempo, señalaron que la madre y la beba "presentaban politraumatismos y fueron derivadas de urgencia al Hospital Interzonal de Agudos "Diego Paroissien" de Isidro Casanova, donde quedaron internadas en grave estado".

Una vez producido el accidente, varias personas asistieron a la mujer y a sus hijos, mientras otros emprendieron "con furia contra el pibe que manejaba, que por su edad no tenía registro". Frente a la conmoción por la muerte del nene, un grupo de transeúntes enfurecidos "comenzó a golpear al conductor del Torino y a los dos que lo acompañaban, los que pudieron escaparse corriendo. La gente quería hacer justicia por mano propia, pero lo salvó la Policía, aunque el auto fue apedreado e incendiado".