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 Casi un centenar agentes de la fuerza policial santafesina, desplegada en distintos puntos del territorio de la República Argentina y de la provincia de Santa Fe, profundizan la investigación sobre todos y cada uno de los integrantes de la gavilla de delincuentes que perpetró el robo millonario a la casa central del Banco Macro en la ciudad de Santa Fe, este fin de semana.


Los procedimientos policiales tienen equipos de analistas que con el curso de los últimos resultados de la investigación comenzaron a desplegarse en distintas provincias argentinas, y tomaron como base el descubrimiento de la localidad del departamento La Capital adonde estuvieron los integrantes de la gavilla de delincuentes.


Tal como adelantáramos en la edición de la víspera de Diario UNO de Santa Fe, los pesquisas policiales determinaron, constataron y comprobaron cómo llegó la banda de delincuentes que cometió el asalto, con cuánto tiempo de antelación, dónde se alojaron, cuántos eran, qué vehículos utilizaron, cómo se movilizaron y qué hicieron los días previos al golpe en el Banco Macro de Santa Fe.

Otro capítulo no menos interesante que el expuesto en el párrafo anterior y tal como lo adelantáramos, son lasherramientas pesadas que utilizaron para intentar romper la bóveda del tesoro primero, y después eligieron el premio consuelo, que fueron las cajas de seguridad: 77 en total.

Abandono y oportunidad

Cuando los delincuentes decidieron no llevar las herramientas que utilizaron para cometer el robo le dieron a la Justicia y a la policía un elemento central para desentrañar particularidades y características que son únicas a la hora de comprender cómo cometieron el robo porque son casi las huellas digitales de una modalidad y forma de hacer las cosas, y probablemente el primer error de los delincuentes fue no haberlas retirado del lugar donde produjeron el robo.

Y como epílogo de lo expuesto, los delincuentes escaparon con un jugoso botín de millones de pesos, que no solo les reportó el dinero, sino también las loas de la perfección con la que asestaron el golpe, estimado como quirúrgico y millonario, y para orgullo de ellos como autores del robo más cuantioso y osado que se recuerde en la historia policial de la ciudad de Santa Fe.


ADN de la banda de ladrones

Los investigadores trabajaron a destajo hasta que finalmente dieron con el sitio adonde estuvo la gavilla en una localidad del departamento La Capital; con esa situación confirmada, surgieron otros elementos que rápidamente descartaron algunas conjeturas y convirtieron otras hipótesis en la realidad material a que sólo reportan los hechos consumados. Y eso es irreversible.

Adonde estuvieron todos y cada uno de los integrantes de la gavilla de delincuentes, les permitió a los policías contar con certezas materiales, y de allí hacia atrás desandaron otro capítulo, que es cuántos eran, cómo y cuándo llegaron a la región litoral.

Operativos en el país

Por eso al cierre de esta edición, los policías que investigan el caso están en distintos puntos de la Argentina, tal como lo anticipamos ayer: “Se cierra el círculo sobre la banda que robó el Banco Macro”. Por su parte, el titular de la Unidad Regional I, Omar Odriozola, reiteró ayer que la investigación “nos está llevando más tiempo de lo deseable porque los ladrones no dejaron huellas y trabajaron con la cara cubierta”, lo que impidió que sus rostros fueran captados por las cámaras de seguridad. “Tomaron muchas precauciones y por esa razón no podemos avanzar con la velocidad deseada”, insistió el funcionario policial. Mientras que otros pesquisas aseguraron que estos no son ladrones de gallinas, sino verdaderos profesionales, pero las próximas horas serán decisivas”.