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El ministro de Educación Alberto Sileoni se enredó ayer en declaraciones polémicas al avalar las tomas de los colegios Nacional Buenos Aires y Carlos Pellegrini realizadas días atrás. “Hay tomas que son necesarias”, dijo. Y las calificó como “una cocina de participación democrática” y un “reaseguro para el futuro”.

La polémica arrancó por la mañana cuando el funcionario hizo declaraciones a radio Splendid. “Es un triunfo de la democracia y un triunfo de la educación. Lo primero que me sale es celebrarlo. La verdad que es una cocina de participación democrática, donde se aprende. Algunas cuestiones que pueden gustar más o menos, es una demostración de madurez política, y hay que celebrarlo”, afirmó.

Los colegios dependientes de la Universidad de Buenos Aires fueron tomados por los alumnos en la semana previa a las vacaciones de invierno en reclamo de un bar y una fotocopiadora. Pedían un “bar institucional y no un quiosco concesionado”. “Los chicos quieran tener opinión sobre los destinos de algunos fondos me parece hace a la madurez política, que hay que celebrar”, insistió.

Sileoni, quien en más de una oportunidad ha tenido declaraciones polémicas en torno a la educación en la Argentina, dijo que acuerda con “las ideologías de las escuelas, los idearios”. “Hay cuestiones que tienen que ver con la libertad de expresión que siempre son bienvenidas”, agregó. Y concluyó: “Hacia el futuro es un reaseguro de que no nos vuelva a ocurrir lo que nos ocurrió en el pasado”.

Por la tarde, intentó bajar el tono por C5N y aseguró que se habían malinterpretado sus palabras. Indicó que lo que él consideraba un “triunfo de la democracia” era la participación y organización de los jóvenes, mientras que recalcó que una toma era, a su juicio, una “medida extrema”. Pero ante una consulta, insistió en que pueden ser entendidas en algunos casos. “Hay tomas que son necesarias”, afirmó.

“Aprendemos en las universidades, pero también desde la escuela primaria y secundaria a ejercer nuestros derechos, más allá de algunas cuestiones operativas, que como ustedes pongo entre paréntesis”, dijo en relación a las protestas.

El diputado nacional Gustavo Ferrari, alineado en las filas de Francisco de Narváez, salió a rechazar las declaraciones del Ministro. “Es preocupante que Sileoni celebre la toma de colegios por alumnos para hacerse de la administración de un bar”, dijo y aseveró que “en lugar de celebrar debería trabajar para reducir la deserción escolar.

“Es una vergüenza que con casi un millón de jóvenes que no estudia ni trabaja, sobre lo que he pedido recientemente informes al Poder Ejecutivo –un 43% que no culmina sus estudios en término y solo un 50% que accede al título–, Sileoni augure la toma de colegios”, lamentó Ferrari.