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En momentos en que el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires todavía lamen las heridas abiertas por los problemas financieros en el mayor distrito del país, el gobernador Daniel Scioli tomó ayer otra decisión clave: autorizó el aumento de las tarifas del servicio de la electricidad para los bonaerenses, en parte para paliar la grave situación de caja por la que atraviesan las compañías del sector.

El aumento abarcará a alrededor del 70% de los usuarios residenciales de la provincia y será del 15% en el caso de Edelap (la principal empresa del sector) y del 10% para el resto de las compañías (Eden, Edea, Edes y otras cooperativas menores). En las facturas los usuarios registrarán un aumento de 15 pesos por bimestre, a razón de poco más de 7 pesos por mes.
Se trata del primer aumento a usuarios residenciales en la provincia de Buenos Aires desde 1992 (20 años) y en el caso de Edelap el primer ajuste de tarifas en cuatro años (desde 2008).

La medida también promete abrir un nuevo frente de tormenta con el gobierno nacional. Porque los subsidios a la energía eléctrica son pagados mayormente por el gobierno nacional. Y el propio ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio de Vido, advirtió días atrás que a las provincias que aumenten las tarifas sin el visto bueno de la administración de Cristina Fernández de Kirchner se les retirarán los subsidios nacionales.

Según trascendió, para los comercios y las pequeñas y medianas empresas (pymes) los aumentos previstos en la tarifa de la energía eléctrica serán en promedio del 9%. En la factura que recibirán tanto los usuarios residenciales (familias) como las empresas, el aumento se registrará en el ítem llamado “valor agregado de distribución”, un rubro que tiene por objeto solventar los costos operativos de las compañías de energía eléctrica.
La situación de caja por la atraviesan la mayoría de las empresas de energía eléctrica y distribuidoras del país es delicada, debido a la falta de actualización de las tarifas, con una inflación creciente. Precisamente días atrás Edelap incumplió con el pago de $ 19,8 millones de una refinanciación previa que había recibido para evitar entrar en cesación de pagos.

La mora de Edelap se suma a la padecida a principios de julio por Edesur, nada menos que la segunda distribuidora eléctrica más grande del país.

En la provincia de Buenos Aires desde el mes pasado también rige un alza del 180% en la factura del servicio de agua potable a cargo de la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA), cuya prestación alcanza a usuarios de La Plata y periferia, y a casi 100 localidades más.