Hoy - Para enfrentar el discurso oficial

Martes 24 de Abril de 2012 - 07:47 hs

En su estrategia, Repsol carga contra otras petroleras

La española afina sus argumentos para reclamar en la justicia. Su defensa consiste en mostrar que Petrobras, Total y Chevron, entre otras, tuvieron performances peores y no fueron expropiadas. Un informe interno revela su estrategia

En su intento por defenderse de la expropiación de YPF, Repsol puso en marcha una estrategia jurídica y comunicacional que consiste en revelar la mala performance de la mayoría de las compañías del sector petrolero durante los últimos años. En base a números oficiales, la empresa ibérica intentará de esta manera demostrar ante tribunales internacionales que fue presa de una decisión discriminatoria, dado que sus números no son peores a los del resto.

En un informe de circulación interna al que tuvo acceso El Cronista, la firma ibérica sostiene que su producción de crudo entre 2008 y 2012 cayó un 12%. Si bien el número es significativo, sostiene que esa merma está por debajo del de otras compañías con actividad en el país, como Total (-14%), EnapSipetrol (-30%), Tecpetrol (-19%), Petrobras (16%) y Chevron (29%). Y ubica a sólo tres compañías por encima de su performance: Pan American Energy (PAE) –la compañía de los Bulgheroni y la china CNOCC–, Sinopec y Pluspetrol (compró en ese lapso PetroAndina). Y muestra un cuadro similar en el caso del gas.

En cuanto a las reservas de crudo, sostiene que entre 2007 y 2010 tuvo un incremento de 5%, mientras que declinaron el resto de las grandes petroleras, salvo PAE. En tanto que en el caso de los recursos comprobados de gas la empresa registró una caída de 16% en el período, menor al de firmas como Pluspetrol (-58%), Petrobras (-45%) y Chevron (-78%).
Entre las empresas a las que apunta Repsol figuran algunas de la que mantuvieron reuniones con el ministro de Planificación e interventor en YPF, Julio de Vido, para concretar asociaciones con la empresa a partir de la nueva gestión estatal.

Otro punto del documento interno de Repsol sugiere con vehemencia que el gobierno de Cristina Fernández expropió la empresa –el lunes de la semana pasada anunció la intervención y el envío de una ley al Congreso para quedarse con el 51% de las acciones de la española– con la mira puesta en Vaca Muerta, una formación de petróleo no convencional donde la empresa registró su primer hallazgo efectivo de hidrocarburos el año pasado. De acuerdo con la empresa española, la participación de YPF en esa formación asciende a u$s 13.700 millones; es decir, más de los u$s 10.500 millones que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, reclamó a la Argentina en concepto de resarcimiento, y muy por encima de lo que tiene previsto pagar el Gobierno.

El informe lleva por título “YPF y Argentina”. Está fechado el 17 de abril (el martes pasado) y esboza los principales argumentos que utilizará Repsol para elaborar su defensa jurídica frente a la expropiación que está en curso. En la página 31 muestra la evolución de los trabajos en Vaca Muerta, bajo el título “historia de un descubrimiento”.

La serie comienza en 2007 con la “evaluación de potencial y estudios regionales”, continúa con la perforación de algunos pozos, la confirmación de descubrimientos y la puesta en producción en 2011, meses antes del anuncio de expropiación.

Repsol sostiene en el informe que “el criterio aplicable para determinar el precio por acción consistiría en el producto del PER (price earning ratio) máximo de YPF de los dos últimos años” por el resultado neto de la empresa por acción de los últimos 12 meses. Si se toma esa cuenta, cada título de la empresa costaría u$s 46,55; por lo que la compañía en su conjunto costaría u$s 18.300 millones, muy lejos de los cerca de u$s 8.000 millones que muestra hoy su capitalización.

A una semana del anuncio de expropiación, fuentes de aceitado vínculo con la conducción de la empresa en España explicaron a El Cronista que el principal objetivo de Repsol es fijar un precio para YPF. Y sugirieron que podrían declinar las acciones legales en marcha, que derivarían en el Ciadi, si llegan a un acuerdo con la Argentina.

Fuente: cronista.com