El mercado parecía marcarle la salida, pero el contexto terminó imponiendo otra lógica. Lucas Meuli sigue por ahora en Unión y no por casualidad. La falta de alternativas en el arco, combinada con una propuesta internacional que no terminó de seducir, paró una operación que, hasta hace poco, parecía resuelta.
La oferta proveniente de Arabia Saudita no era tan buena y, en paralelo, el mapa de arqueros empezó a vaciarse. En ese escenario, desprenderse de Meuli pasó de ser una posibilidad concreta a un riesgo innecesario. El golpe más reciente fue la confirmación de que Matías Tagliamonte realizará la pretemporada con Racing. Esa decisión cerró definitivamente una puerta que Unión observaba con atención y dejó al descubierto una realidad incómoda: hoy, el club no tiene abundancia bajo los tres palos.
A ese panorama se sumó una salida ya definida. Froilán Díaz continuará su carrera en Ecuador y su partida redujo aún más las opciones disponibles, obligando a recalcular cada movimiento.
Leonardo Madelón entiende que el arco es una zona que no admite improvisaciones. Mientras analiza nombres y alternativas para reforzar el puesto, el entrenador trabaja con lo que tiene a mano. En ese lote aparecen Meuli y Federico Gomes Gerth, dos apellidos que hoy sostienen una transición marcada por la incertidumbre. La permanencia de Meuli no es una señal de cierre, sino de espera. Unión no descarta nada, pero tampoco se apresura.