La cocina es uno de los lugares que más usamos y, a la vez, uno de los más difíciles de mantener realmente limpios. Estos errores súper comunes pueden estar saboteando tu limpieza sin que te des cuenta.
1. Usar el mismo trapo para todo
Pasas el trapo por la mesada, la pileta, la hornalla… y todo con el mismo. Error. Los trapos acumulan bacterias y, si los usas sin enjuagar o desinfectar, en lugar de limpiar, estás esparciendo suciedad.
Solución: asignar uno para cada sector y lavarlos seguido con agua caliente o un poco de lavandina.
2. Olvidarte de los electrodomésticos chicos
¿Hace cuánto no limpias la licuadora o la tostadora? Los pequeños electrodomésticos suelen quedar fuera de la rutina diaria, pero acumulan restos de comida, grasa o humedad.
Solución: incorporarlos a tu limpieza semanal con un repaso rápido. No hace falta desarmarlos todos los días, pero sí mantenerlos a raya.
3. No limpiar las manijas, interruptores y bordes
Son los puntos más tocados… y más olvidados. Manijas de heladera, cajones, picaportes e interruptores pueden ser focos de gérmenes.
Solución: pasarles un paño con alcohol o desinfectante durante la limpieza general. Te lleva segundos y hace la diferencia.
4. Mezclar productos de limpieza sin saber
Nada de combinar un poquito de esto, otro de aquello… Mezclar productos como lavandina con vinagre o amoniaco puede generar gases tóxicos peligrosos.
Solución: usar un producto a la vez y siempre leé las etiquetas. A veces, menos es más.
5. No limpiar la esponja (o usarla demasiado tiempo)
La que usas para lavar los platos puede convertirse en un criadero de bacterias si no la lavas o la cambias con frecuencia.
Solución: enjuagarla bien después de cada uso, escurrirla y dejarla secar. Cambiarla cada tanto. Si podes, alterna con cepillos o fibras que sequen más rápido.