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Martín Palermo está en el ojo de la tormenta. El máximo artillero de la historia de Boca atraviesa una sequía record de 748 minutos -más de ocho partidos- sin convertir goles. Este mediodía, en diálogo con La Red, el goleador contó sus sensaciones.

"Hace rato que estoy mal. No me siento bien, pero voy a seguir tratando de pelearla como siempre lo hice. A mi nadie me regaló nunca nada. Tengo que seguir trabajando, pero es difícil hacer oídos sordos a todo lo que dicen, son ocho partidos sin goles y algunos se preguntan si estoy o no para jugar. No estaré más para jugar a partir del 19 de junio, en eso que se queden tranquilos porque lo tengo más que decidido", afirmó el Titán sin ocultar su malestar.

A continuación, agregó: "Si uno tiene la camiseta de Boca tiene que seguir demostrando. Lo que está hecho ya quedó en el recuerdo para el día que me retire. Hoy por hoy sigue vigente porque me van a seguir pidiendo goles y resultados. Todos los fines de semana rindo exámenes. Me preocupa no poder dar esa respuesta. La cabeza es fundamental para un jugador. Si no estás fuerte y con confianza es muy difícil que las cosas vayan bien".

Además, se respondió a las críticas que le llovieron por ponerse la camiseta de Estudiantes tras el triunfo de Boca en la Bombonera: "Tuvo mucha repercusión que me ponga la camiseta de Estudiantes, pero si tengo que dar una explicación o pedir disculpas para algún hincha de Boca que se haya sentido dolido, tengo que decir que cuando voy a saludar a Sebastián (Verón) él estaba con la camiseta para cambiar y si no me la ponía me iban a amonestar. Tengo cuatro amarillas y lo último que quiero es perderme un partido en este momento. No tuve ninguna mala intención".

Jose María Calvo, afuera. El defensor sufrió frente a Estudiantes un esguince en la rodilla derecha y deberá estar unos 21 días sin poder jugar. Su lugar sería ocupado por Luciano Monzón, quien lo reemplazó ayer.