Hoy - En Rosario

Viernes 25 de Marzo de 2011 - 11:00 hs

Binner: "No hay que tener tranquilidad hasta que el último genocida esté en la cárcel"

Así se expresó el gobernador al participar del acto en el Bosque de la Memoria, donde se realizó la tradicional plantación de árboles. Sobre el crimen de Silvia Suppo, Binner sostuvo que es un crimen que hay que esclarecer correctamente.

En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el gobernador Hermes Binner participó este jueves por la mañana de la tradicional plantación de árboles en el Bosque de la Memoria de Rosario, en conmemoración de las víctimas de la dictadura. “Cuando no hay justicia, queda la sensación que deja la impunidad, de que todo puede volver a ocurrir. Por eso no debemos tener tranquilidad hasta que el último genocida tenga el lugar que se merece, es decir, la cárcel”, afirmó el gobernador.

El acto se desarrolló en el marco de las actividades por los 35 años del golpe de Estado de 1976, y contó con la presencia del intendente de Rosario, Miguel Lifschitz; el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti; el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Héctor Superti; la secretaria de Derechos Humanos, Rosa Acosta, además de autoridades y legisladores municipales y provinciales, así como organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de Estado.

“A este acto lo vemos crecer año a año en los árboles que ayudamos a plantar, lo cual habla de una de las cuestiones más importantes de una sociedad, que es mantener la memoria. Pero no solamente la memoria nos ayuda a que estas cosas no vuelvan a pasar sino la lucha contra la impunidad”, expresó el gobernador, quien a continuación destacó las políticas que se han llevado adelante desde el gobierno nacional en materia de derechos humanos. “Ustedes ven lo que pasa en otros países, donde todo acto para querer esclarecer el pasado tiene escollos que impiden llegar a la verdad y a la justicia”, agregó.

En ese sentido subrayó que “la justicia es lo que está necesitando nuestra sociedad” y por eso el gobierno provincial “desde un primer momento y con mucha fuerza a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos llevó adelante dos hechos fundamentales, como fue la transmisión a todo el mundo por Internet de los juicios por delitos de lesa humanidad y la implementación del programa de protección de testigos y querellantes”.

Por otra parte, Binner mencionó el crimen de Silvia Suppo, ocurrido el año pasado: “Es un caso que no hay que cerrar, tiene que seguir abierto y debemos ayudar a que se siga investigando porque debe ser esclarecido adecuadamente”, dijo.

También fueron oradores del acto el joven Federico Tabares -hijo de César Tabares, desaparecido el 6 de enero de 1977-, quien leyó una emotiva carta, y Rubén Chababo, director del Museo de la Memoria de Rosario.

“Venimos a ratificar un compromiso ético de acompañamiento y memoria con aquellos que esperan justicia. Llegamos a este bosque en este marzo de 2011 habiendo dejado atrás dos intemperies: una la de haber entrado a la casa anhelada, al Museo de la Memoria, y la otra la de la impunidad, pues los tribunales de la democracia lograron quebrar la larga somnolencia de años. No es poco haber vencido estas dos intemperies, que valen en sí mismas como símbolo de la fuerza que anida en las comunidades humanas y de la capacidad de esas comunidades para revertir la adversidad”, sostuvo el funcionario municipal, quien hizo hincapié en que en ambos casos esto fue posible gracias a la acción decidida de familiares, sobrevivientes y organismos de derechos humanos así como gracias a la decisión de los poderes políticos.

SOBRE EL BOSQUE DE LA MEMORIA

Creado por ordenanza municipal Nº 6.644, el 10 de setiembre de 1999, el bosque es un homenaje a las víctimas de la última dictadura militar que intenta simbolizar con la libertad, el aire, la luz, el sol y el verde de la vida y la esperanza, sus diferencias, similitudes e igualdades. Cada uno de los árboles que componen el bosque proviene de diferentes familias arbóreas y poseen características propias bien definidas y diferentes al resto: un tamaño determinado, un follaje específico, un aroma particular y además, cada uno viste un color igual, parecido o distinto al resto.

El 10 de diciembre de 1999, las Madres de Plaza de Mayo colocaron las primeras dos placas conmemorativas a los desaparecidos y asesinados en la última dictadura militar. Los primeros 10 árboles se plantaron a lo largo de 2002 y desde entonces, cada 24 de marzo y en cada fecha significativa del calendario por la memoria colectiva, se realizan actos conmemorativos seguidos de una plantación, siempre en compañía de los familiares de las víctimas.

Fuente: LT10