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El DT de Boca Juniors, Julio César Falcioni, vivirá mañana un día clave para su futuro cuando se ponga al frente del primer ensayo semanal tras la cuarta derrota en el torneo Clausura, y aunque la idea de la dirigencia es mantenerlo en el cargo, el vicepresidente del club, Juan Carlos Crespi, admitió que "esto es un desastre".
Luego de la derrota de anoche ante Olimpo de Bahía Blanca (0-2) por la 6ta fecha del torneo Clausura de fútbol de primera división y en la mismísima Bombonera, Falcioni se retiró sin hacer declaraciones por primera vez desde que llegó al club.
Mientras el plantel xeneize se retiraba anoche en micro y recibía la hostilidad de los hinchas tras la caída, en el playón que da a la calle Del Valle Iberlucea, Falcioni eligió salir por una puerta lateral.
"Si pierdo con Olimpo, el martes me pongo a trabajar para salir adelante", había anticipado en la semana.
Sin embargo, el creciente malestar de los simpatizantes, la falta de respuestas futbolística del plantel, la magra cosecha en el certamen, las internas políticas y su polémica con Juan Román Riquelme le recortaron el crédito obtenido por antecedentes, primero, por la buena perfomance en los amistosos de verano, después.
Con apenas cuatro puntos en el certamen (triunfo 1-0 sobre Racing, empate 0-0 con All Boys, derrotas con Godoy Cruz, San Lorenzo, Vélez y Olimpo), y apremiado por el promedio que tendrá la próxima temporada, Falcioni ya no parece tan firme y así se encargó de explicitarlo el vice primero, Juan Carlos Crespi.
"Esto es un desastre, todos estamos cansados", apuntó Crespi en declaraciones radiales.
"No digo que estén bien las puteadas porque acá hay jugadores muy importantes, de trayectoria; pero claro que la gente tiene derecho a protestar", agregó.
Crespi fue testigo ayer de la reacción de los hinchas ("la camiseta de Boca, se tiene que transpirar, y sino no se la pongan, váyanse, no roben más", y también "a ver, a ver los jugadores si pueden oír, con la camiseta de Boca ganar o morir"), y dio la cara en el vestuario posterior al nuevo golpe.
"Les pedí tranquilidad a los jugadores, que tengan precaución, porque no es el momento para hacer o decir algo inapropiado. Hay que seguir para adelante y no bajarse del barco", apuntó Crespi, uno de los principales impulsores de la llegada de Falcioni y, también, opositor a la llegada anterior de Claudio Borghi.
"Yo no estaba de acuerdo con la contratación de Borghi pero luego fui el primero en apoyar su gestión. Por arriba de todos está Boca", había dicho Crespi durante la semana.
Ahora afianzó su idea de unión: "Acá tenemos que estar todos juntos. La Comisión Directiva somos todos, no solamente uno o dos personas. Esto es un desastre y algunos hacen la plancha".
Finalmente, Crespi dijo de Falcioni: "Llegó a Boca por unanimidad pero no sabemos cuánto durará el proyecto. Firmamos contrato hasta diciembre y no hay plan B".
La racha negra de Boca se completó anoche con las lesiones de dos de los refuerzos traídos a inicios de año: el volante Diego Rivero, que sufrió una doble fractura maxilar y estará al menos dos meses inactivo, y Walter Erviti, con un golpe en el rostro y en el pecho con pérdida de conocimiento, ambos episodios ocurridos en el primer tiempo del partido contra Olimpo.
Rivero ya está descartado para el partido de la séptima fecha en Santa Fe, contra Colón, y habrá que esperar por la evolución de Erviti: la respuesta a esta y otras incógnitas comenzarán a asomar mañana, desde las 9 y en Casa Amarilla, en el primer entrenamiento semanal del plantel de Boca Juniors.