LT10 - Copa Libertadores

Viernes 27 de Mayo de 2011 - 00:02 hs

Vélez se llevó un resultado incómodo de Montevideo

Con gol de Darío Rodríguez (PT 44m), el Fortín cayó por 1-0 frente a Peñarol en el encuentro de ida de las semifinales del certamen, aunque mereció mejor suerte. La serie se definirá el próximo jueves en Liniers.

Vélez dio batalla en Montevideo, pero no pudo evitar caer por 1-0 ante Peñarol. El conjunto de Ricardo Gareca no tuvo suerte, sufrió un tanto en contra, tuvo algunas imprecisiones y algo de agotamiento y luego intentó en vano penetrar en el numeroso fondo local. Ahora, todas las fichas de los argentinos estarás puestas en la revancha.

El primer tiempo le costó al Fortín, que sin embargo no mereció irse abajo al descanso. El Carbonero intentó hacerse fuerte entre su defensa y línea de volantes y cortar de cuajo el circuito ofensivo argentino, aunque sólo lo logró de a ratos: en el candente inicio y cuando el Fortín se ponía impaciente y tiraba el pelotazo. Por el contrario, el juego aéreo terminó siendo vital para los charrúas en esa ventaja parcial, así como por las bandas, sobre todo en la que avanzaba Matías Mier y defendía el tibio tándem Fabián Cubero-Augusto Fernández.

Los de Liniers, por su parte, tuvieron su punto fuerte del otro lado, la izquierda, en donde las subidas de Emiliano Papa y la punta de lanza de Ricardo Alvarez (hoy apareció por el lesionado Maximiliano Moralez) abastecieron al resto del ataque del Fortín, léase Juan Manuel Martínez y Santiago Silva.

Las situaciones de gol estuvieron repartidas. Mier avisó primero y Marcelo Barovero salvó de modo fenomenal, y más tarde un siempre peligroso Alejandro Martinuccio tocó un balón tras un centro y se fue apenas afuera. En la visita, Martínez exigió a Sebastián Sosa, Papa desperdició un disparo alto y Silva quiso sorprender con un tiro que atrapó Sosa. Hasta que llegó el minuto 44, fatídico para los argentinos: córner desde la izquierda de Luis Aguiar, anticipo de cabeza de Darío Rodríguez al segundo palo y desazón para irse a los vestuarios.

El complemento no tuvo tantas emociones, en parte porque los de Diego Aguirre se propusieron cerrarse con todo y esperar salir con algún pelotazo para liquidar el pleito. Ya de nada sirvieron las intenciones de Vélez, su mejor trato del balón y sus individualidades arriba. Por el contrario, el cerrojo rival empezó a evidenciar el cansancio visitante, y hasta algunas imprecisiones.

De todas formas, mientras los sobresaltos en favor de los uruguayos nunca llegaron al área de Barovero, los argentinos fabricaron dos pese a manejar la pelota, en una muestra de las trabas planteadas por los charrúas. Primero, a los 11, fue con polémica: Martínez recibió un centro cruzado por la izquierda, quiso cabecear, la pelota le pegó en la mano y luegó anotó. El tanto fue anulado, pero la acción resultó muy discutible. Y enseguida, Víctor Zapata disparó cerca de media distancia. Todo lo que siguió fue pura voluntad del lado de Vélez, que intentó hasta el final alcanzar el ansiado empate.

El final llegó, inevitable, para un Vélez al que no le sobró fortuna. La esperanza entonces se trasladará a Liniers, el escenario de la revancha del próximo jueves. Esos noventa minutos sígnificarán, para el Fortín, la gloria o el desconsuelo.