Interés General - ¿Qué significa?

Domingo 20 de Octubre de 2019 - 12:19 hs

La historia oculta de “No dar el brazo a torcer”

Existen muchas frases o dichos que naturalizamos pero no sabemos cómo surgieron, “No dar el brazo a torcer” es una de ellas.

“No dar el brazo a torcer” es una frase sumamente reconocida entre los argentinos. La expresión suele utilizarse cuando alguien no quiere ceder en su postura y se mantiene firme en sus dichos. Generalmente, en una discusión o debate suele haber alguien que “no da el brazo a torcer”, es decir que no acepta otra visión de las cosas.

Pero todo tiene una razón, y esta frase no se encuentra exento de ello. La frase nace de la pulseada. En una competición de pulsos se enfrentan dos personas, se colocan uno enfrente del otro y se toman de una mano, apoyando únicamente el codo. La idea es que hacer toda la fuerza posible para derribar la otra mano.

Aquella resistencia que hacen ambas manos para no ser derribadas se trasforma en “no dar el brazo a torcer”. Ambos quieren ganar y ambos evitan que su brazo se tuerza. Por lo tanto, al no querer perder no se da el brazo a torcer.

Todas las frases y expresiones tienen su historia. Ésta en particular se remonta a miles de años atrás ya que la pulseada era un juego de hace muchos años. Incluso está comprobado que antiguas civilizaciones como la romana, griega o la egipcia (entre otras), jugaban a esta competición.

También existen otras frases similares que buscan decir lo mismo pero no son tan reconocidas como ésta. “A brazo partido”, “Luchar a brazo partido” (como referencia a valentía) o “Echarle a alguien un pulso”, “Echar un pulsito” (desafiando a alguien).

Otra frase que también se utiliza para reemplazar a “No dar el brazo a torcer” es “está en sus trece”. Esta expresión también se remonta mucho para atrás y nació con el Papa Benedicto XIII. Este había sido elegido como Papa al mismo tiempo que Bonifacio IX. Pero Benedicto no fue aceptado por mucho entonces comenzó la frase “está en sus trece”.

Fuente: CienRadios