Si hay una receta que nunca falla es, sin dudas, la de la torta de mandarina. Fácil, rica y práctica, te puede sacar de más de un apuro y hacerte ganar muchos elogios sobretodo en un día tan gris como hoy.
Los ingredientes son pocos: tres mandarinas, una taza de aceite, media taza de agua, una taza de azúcar, tres tazas de harina leudante y también un poco de cereal, el que más te guste o tengas a mano.
Paso a paso
Primero vas a pelar las mandarinas, vas a separar los gajos y vas a sacarle las semillas. Atención: no tires la cáscara porque también la vamos a usar para la preparación, ya que además de darle un sabor muy especial a la mezcla, aporta más fibra y por lo tanto, más saciedad.
Una vez que tengas todos los gajos sin semillas y las cáscaras, metelas adentro de la licuadora junto con la taza de aceite, la media taza de agua y la taza de azúcar. Vas a ver que se forma como una crema de consistencia espesa y recién ahí vas a empezar a incorporar de a poco las tres tazas de harina leudante.
Cuando los ingredientes esten todos bien integrados, vas a verter la mezcla en un molde de torta o budín, o el que tengas a mano, y le vas a poner unos cereales de desayuno rotos arriba, para darle un toque crocante que queda buenísimo.
Con el horno precalentado a 180 grados, vas a meter la preparación a cocinarse más o menos entre treinta y cinco a cuarenta minutos a esa temperatura. Ojo, seguramente cuando metas el palito vas a ver que es una torta bastante húmeda, así que asegurate que esté bien cocida y listo, a disfrutar en familia.