Santa Fe vivió ayer un día histórico desde lo judicial, tras conocerse la sentencia en el juicio oral y público del caso Baraldo, en el que se acusaba a los abuelos y al tío de un menor por abuso sexual. Se trata de la primera condena por un delito de esas características en esta provincia.
Víctor Hugo Baraldo, su esposa Nidia Noemí Morandini y el expolicía e hijo de ambos, Juan Pablo Baraldo (quienes son el abuelo, la abuela y el tío del nene) recibieron una condena de 18, 20 y 16 años de prisión, respectivamente.
Pero el proceso judicial que tuvo su desenlace en las últimas horas, atravesó gran cantidad de idas y vueltas que postergaron el inicio del juicio: jueces recusados, las falsas pruebas de organismos oficiales y presiones tanto a la mamá del niño a como personas cercanas y a los encargados de impartir justicia en este hecho.
#CasoBaraldo | Condenan al abuelo a la pena de 18 años de prisión, a su tío a 16 años, y a la abuela, Nidia Noemi Morandini a 20 años de prisión como coautora, promotora de la corrupción de menor agravante por ser guarda y ascendiente y grave daño en la salud mental del niño pic.twitter.com/p7wwP2MfLV
— LT10 (@radiolt10) 8 de octubre de 2018
En diálogo con El Cuarto Poder, el fiscal de la causa Omar de Pedro habló sobre las luchas de la fiscalía para poder alcanzar el juicio oral. "Durante este juicio, el juez debió hacer salir a un familiar muy cercano de los imputados porque lo amenazó en el pasillo", contó, a la vez que remarcó que él también recibió gestos amenazantes por parte de uno de los imputados.
"Cuando llegábamos y llegaban nuestros testigos, se paraban en el hall de Tribunales un montón de allegados, muchos expolicías de la Unidad Regional de Esperanza, y parecía que había que pedir permiso. Quedó claro en una declaración de Víctor Baraldo que tuvo que pedir disculpas porque se le salían los estribos: ahí realmente se vio quién era, una persona que quiere dar otra imagen y la real es la que dio cuando hizo la declaración", resaltó De Pedro.
No fueron sólo ellos los que sintieron las presiones de los imputados. El fiscal apuntó también que una de las maestras del niño declaró en el juicio que se sintió amedrentada al momento de quedar preso el abuelo del menor, cuando el tío de la víctima fue hasta el colegio vistiendo el uniforme y en el móvil policial "a hablar y preguntar por las otras maestras", aduciendo que estaba "preocupado por su papá".
María Fernanda Baraldo se emocionó tras la lectura de la sentencia.
Además, el fiscal mencionó que hay un organismo público que ya tiene una denuncia penal por tergiversar pruebas. Se trata de la Junta Especial de Salud Mental, que citó falsamente al padrastro del nene en sus registros. "La Junta hizo un dictamen que decía cosas falsas. Los entrevistamos con su propia grabación y tuvieron que aclarar que no eran así", detalló el funcionario.
Estos fueron algunos de los hechos que obstaculizaron el juicio y empezaron a mostrar el complicado entramado que dificultaba llegar al fin de este proceso. Una demanda se desató con la denuncia de la mamá en 2014 tras ver una fotografía en el celular de su hijo donde se exhibían las partes íntimas de una persona mayor, y luego terminó de confirmarse debido a la contundencia y la solidez en el relato del niño.