Lucio Adrián Ruiz es santafesino y será el encargado de la comunicación del Vaticano tras la renuncia de monseñor Dario Viganó tras ser acusado por la prensa de manipular una carta de Benedicto XVI sobre el papa Francisco.
Ruiz trabaja hace 20 años en la Santa Sede y hasta el momento era el titular del Dicasterio de la Secretaría para la Comunicación.
El santafesino es uno de los que más contacto tiene con el Papa Francisco, a quien acompañó en la gran cantidad de sus viajes.
De hecho, días atrás en diálogo con LT10 por lo cinco años de pontificado de Bergoglio, comentó que no viene al país porque “no quiere ser un factor de división".
Tal es así que contó un experimento que llevó adelante: inventó que estaba preparando el viaje del Papa a la Argentina. Hice una agenda y dije que estábamos haciendo los borradores del discurso. Agarré los viejos en distintos lugares del mundo y empecé a preguntarle a muchas personas que pensaban de ese discurso", relató.
"Me decían: 'no, esto no se puede decir acá'", recordó y opinó que en el país "no se está pensando queriéndolo escuchar sino interpretándolo".
La renuncia de Viganó
La controversia estalló la semana pasada tras la divulgación parcial de una carta de Benedicto XVI en la que rehúsa escribir un prólogo para una serie de libretos teológicos y didácticos de Francisco publicados por el Vaticano con ocasión del quinto aniversario de su pontificado.
Los primeros párrafos de la carta, en la que Benedicto XVI defiende la formación teológica del papa argentino, fue divulgada hace cuatro días por el Vaticano a través de una foto digital.
Sin embargo, medios de comunicación muy críticos con el papa Francisco observaron que varios párrafos habían sido omitidos, entre ellos uno en el que el pontífice emérito se niega por razones de "salud" y de "tiempo" a escribir un prólogo.
Pocos días después se conoció otro párrafo importante, en el que Benedicto XVI explica que no acepta escribir la presentación debido a que entre los autores de los once opúsculos figuran dos teólogos alemanes, en particular Peter Hünermann, quien ha sido crítico implacable tanto de Juan Pablo II como del mismo Joseph Ratzinger como teólogo y como papa.
La renuncia de Viganó había sido pedida por la página web conservadora Infovaticana, uno de los medios más críticos de Francisco, que acusó a Viganó de "impresentable, mentiroso y manipulador".