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Lunes 01 de Agosto de 2011 - 14:12 hs

"La Argentina está fuera del mapa, pero es una buena noticia"

Guillermo Calvo ya creía que era poco probable que Estados Unidos caiga en default. «Si se produce una crisis, los cuelgan a los políticos en una plaza», definió. Es que distingue que el intento de llegar a un acuerdo para elevar el techo de la deuda en EE.UU. es puramente político «en una economía muy debilitada». En diálogo desde Uruguay con Ámbito Financiero, donde aprovechó unos días para profundizar en sus investigaciones de política monetaria, este economista argentino, profesor en la Universidad de Columbia en Nueva York, vislumbró pocas consecuencias para el país por los problemas que atraviesa Estados Unidos. «La Argentina está medio fuera del mapa, lo que es una buena noticia en este momento», ironizó.

Con respecto al valor del dólar, que se debilitó frente a la mayoría de las divisas del mundo en los últimos días, señaló: «Es muy difícil hablar de tendencias ahora, cuando lo que hay es una elevada volatilidad que no va a ayudar ni a Estados Unidos ni a Europa. Y, en ese sentido, Europa no está mejor. Como dice la frase, el dólar es el más alto de los enanitos».

Periodista: ¿Cómo vio los eventos en EE.UU. y su casi default?

Guillermo Calvo: Un default en serio veo prácticamente cero probabilidades de que ocurra. Que haya una interrupción momentánea en los pagos era probable. De todos modos, sería temporario. Y si esto ocurre y los mercados reaccionan mal, los políticos van a tener que responder. Lo importante aquí es que hay un problema más de fondo, más allá del default, que es cómo se va a manejar la política fiscal de aquí en adelante. Hay incertidumbre regulatoria. Por un lado, Barack Obama quiere aumentar los impuestos para la gente más rica. Y por el otro, quieren disminuir gastos, como en medicare (salud). Todas estas discusiones crean mucha incertidumbre que podría tener un efecto negativo, sobre todo teniendo en cuenta que la economía está «mirame y no me toques».

P.: ¿Entonces con un acuerdo desaparece el problema?

G.C.: La incertidumbre va a seguir aunque se aumente el techo de la deuda. Debía haber acuerdo, porque si cae el mercado de bonos en Estados Unidos, habrá recesión nuevamente.

P.: ¿Podría haber ocurrido?

G.C.: Existieron riesgos de que ocurra y el Gobierno ya no tiene instrumentos de política monetaria, y en la política fiscal están estas cuestiones políticas. Entonces va a ser necesario recurrir al sector privado, que vuelva a la vida. Serían los que podrían motorizar la economía. El crecimiento fue muy bajo en los últimos dos trimestres y ya no se puede crear empleos.

P.: ¿Ocurrió alguna vez que se llegara a una situación similar en Estados Unidos?

G.C.: Sí. Pero era un período muy diferente y duró poco.

P.: ¿Qué consecuencias hubiera traído el default?

G.C.: Es muy difícil de prever porque nunca antes ocurrió de atravesar un momento de incertidumbre regulatorio donde la economía fuera tan débil como ahora, con posiciones muy enfrentadas.

P.: ¿Podría haberse dado algo similar al momento de la quiebra de Lehman Brothers?

G.C.: No, porque lo de Lehman Brothers creó un problema bancario, donde la deuda pública no era un actor y lo que hubo fue una corrida hacia los bonos del Tesoro. La quiebra provocó una especie de corrida bancaria. Significó una ruptura del modelo financiero. Ahora es improbable que eso pase; la situación es muy diferente. Si hubiese una corrida bancaria, la Reserva Federal lo puede arreglar. Además, no es una situación estructural, sino política en donde el problema de la deuda es al revés de lo que ocurre en otros países. Aquí al deudor le quieren prestar más, pero éste no sabe si tomar más obligaciones. Podría haber más problemas si el Gobierno norteamericano llega a repudiar la deuda. Esto ocasionaría un problema financiero. Pero si se produce una crisis, los cuelgan a los políticos en una plaza.

P.: Ocurriría en sentido desde lo político hacia la economía entonces.

G.C.: Sí. Y si llegamos a que afecte a lo financiero, le va a hacer daño a la economía norteamericana y al mundo. Pero no por el default en sí, sino porque ocurriría que se resquebraja el sistema en el país hegemónico, que es el que posee la moneda mundial de reserva y el más coherente. Esto es un problema muy serio. Pero Estados Unidos y el dólar siguen siendo el centro de la economía mundial.

P.: ¿Qué podría ocurrir con el dólar?

G.C.: Es muy difícil hablar de tendencias ahora, cuando lo que hay es una elevada volatilidad que no va a ayudar ni a Estados Unidos ni a Europa. En ese sentido, Europa no está mejor. Como dice la frase, el dólar es el más alto de los enanitos. Si miramos Europa, con Grecia, no está para nada fuerte. Se crea una especie de timba; no hay fundamentales. El próximo que va a saltar diciendo que tiene problemas va a ser Italia.

P.: ¿Cómo hubiera afectado a América Latina un default de EE.UU.?

G.C.: Los países emergentes en general tienen una fuerte entrada de capitales. Brasil en particular. El área está bastante firme. Lo que quisiera la región es que se suavice la entrada de capitales. Quizá afecte a China, país que no está claro cómo va a seguir creciendo. El gran mercado eran Estados Unidos y Europa. De a poco van redirigiendo sus exportaciones, pero modificar las vías comerciales lleva tiempo. De todos modos, no es algo que va a ocurrir pasado mañana, sino más bien en el mediano plazo.

P.: ¿Y a la Argentina?

G.C.: La Argentina está medio fuera del mapa, hecho que es una buena noticia en este momento. Podría haber una repercusión en los términos del intercambio, pero no los veo en el corto plazo.

Fuente: ambitoweb.com