Es el país de los millones. China, donde viven más de 1.300.000.000 de personas, no consigue juntar a 11 jugadores de calidad para tener una selección fuerte ni siquiera a nivel asiático. Pero el fútbol es la pasión de Xi Jinping, el presidente del país, que desde los otros millones, los de dólares, apostó por ayudar a que una liga desconocida haya sido la que más gastó en el mercado a fines de 2016 y principios de este año con 400.000.000 US$ en gastos, superando ampliamante a la Premier League (281.000.000).
Con medidas como que el fútbol pase a enseñarse en todas las escuelas o a construir canchas por todo el país, está proyectado que para 2020 unos 50 millones de chinos jueguen al fútbol pasando de 11.000 campos de juego a unos 70.000. Pero, ¿cómo hacer para que un pueblo se interese en un deporte? La respuesta parece ser llevando jugadores de renombre para hacer de la liga local, profesional desde 1994, una atracción.
Así, una Superliga que en 2016 apostó por Hulk o Jackson Martínez por millonadas, en este 2017 se apoderó de Carlitos Tevez haciéndolo el jugador mejor pago del mundo por irse al Shanghai Shenhua. Y su salario, el más alto de todos, superó una semana después al de Oscar, quien dejó el Chelsea para pasar a ser la figura del otro Shanghai, el SIPG.
La Super Liga China (Chinese Super League) comenzará este viernes con 16 equipos que reciben el aporte del gobierno a través de la federación del país, aunque la gran diferencia la hacen los grupos empresarios que aportan todavía más dinero en cada club. El Guangzhou Evergrande, actual campeón, es manejado por dos grupos como Evergrande (dedicado al sector inmobiliario) y Alibaba (de ventas por Internet). El Shanghai Shenhua cuenta con el apoyo de Greenland, una empresa de construcción. Y así, con cada uno de los conjuntos, hasta los recién ascendidos como el Tianjin, manejado por Quantian, una compañía de medicinas naturales que financió la compra de Axel Witsel, el belga que tenía arreglado todo para pasar del Zenit a la Juventus, pero los 19.000.000 de dólares de sueldo pudieron más.
Sin embargo, pese a que se hizo el mercado de moda en estos últimos tiempos, desde la federación llegó una queja. Porque el dinero está destinado a mejorar el nivel de la liga pensando en jugadores local. Así, tomaron la determinación de bajar el cupo de extranjeros por equipo... De los cuatro que eran permitidos el año pasado, ahora sólo serán tres, más otro que pertenezca a un país asiático. Sin excepciones. Además, tienen la obligación de tener dos jugadores Sub 23 chinos en el plantel, uno de ellos titular y que el arquero también sea de nacionalidad china. Si cualquiera de esas reglas no se cumple, el equipo en cuestión queda inhabilitado para jugar. Así, además, obligan a los equipos a que le presten más atención a lo formativo y que no sea sólo una moda, sino que los progresos que se hagan instalen a China como una liga más fuerte a futuro.
Esa medida tomada hace poco más de un mes generó un pequeño éxodo de jugadores foráneos. Por ejemplo, argentinos sólo quedarán dos en la liga, dos de mucho renombre internacional como Tevez y Ezequiel Lavezzi, quien el año pasado pudo jugar pco en el Hebei Fortune por la increíble lesión que sufrió en la Copa América. Los otros tres argentinos que estaban decidieron partir: Walter Montillo, Darío Conca y Emmanuel Gigliotti.
China es una potencia con economía en ascenso y desde allí los clubes buscan el crecimiento con el objetivo de, en un futuro, tener una selección de nivel internacional. El camino para lograr eso es a través de figuras que llamen la atención del público hacia su propia liga, que ahora será televisada en los grandes países de Europa como Alemania, Inglaterra, Italia o España y que por Sudamérica podrá seguirse por Internet.
Una muralla de guita hizo del país asiático uno de los destinos preferidos del fútbol moderno. Un país que apunta a, dentro de unos años, tener una gran liga y que China diga presente en todos los Mundiales...
YO DIGO / HAN WEI CHEN (ex jugador chino)
Se va a seguir invirtiendo
La Super Liga en China está en una etapa de crecimiento futbolístico e institucional. Tanto la Primera División como la Segunda tienen ciertos premios bastante importantes para incentivar a los equipos e intentar ganar el campeonato. El Guangzhou Evergrande, siete veces campeón, sigue haciendo la diferencia desde que empezó a gastar con la llegada de Conca en 2011, que fue el jugador mejor pago del mundo durante todo un año. En cada campeonato es el que hace el pase más importante sumado a las transferencias del fútbol local comprando a los mejores de la liga.
Como los equipos más grandes tienen los capitales más importantes saben que el futbol es una vidriera fuerte para las empresas. Ellos desembolsan dinero en ese sentido y obviamente el gobierno ve que los empresarios quieren que el fútbol crezca y los contratos son todos en blanco. Año tras año la inversión sobre el fútbol es cada día más grande. Saben que si vos al jugador le ofrecés el doble de lo que gana en su club, va para China.
Hay ciudades que sí son fanáticas del fútbol como Beijing, Shanghai y Guangzhou. Años atrás la gente no miraba el fútbol local porque se decía que era todo apuestas, que estaba todo arreglado. En los últimos cinco años se empezó a profesionalizar más y se mejoró en el tema con los árbitros también.
Lo que sí se va a cortar es con la edad: quieren jugadores en plenitud como pasó con Oscar (25 años) para darle un nivel de fútbol más intenso y no con figuras que se están por retirar. Buscan jugadores que estén tres o cuatro años y que les transmitan fútbol a los jóvenes.