La locura entre Rosario Central y Newell´s no entiende de edades. Así lo demostró un niño de las inferiores del canalla, que convirtió un gol en el 7-2 ante su clásico rival y lo festejó de una manera especial.
Luego de definir de zurda ante la salida del arquero, juntó los brazos y los movió de izquierda a derecha como lo hacía Bebeto para resaltar la paternidad frente a la Lepra. E inmediatamente después imitó a un pingüino para continuar con la cargada.