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La fecha es extraña para los cinéfilos que se dan cita cada año en la ciudad balnearia, a mediados de noviembre. Es que los organizadores, se vieron en la dificultad de diagramar este gran acontecimiento sorteando el calendario electoral. Ante un posible ballotage, se decidió adelantarlo 20 días, respecto de su fecha habitual.

Pero eso no es todo. Se cumplen 30 ediciones desde su inauguración en 1954. Sin embargo, el clima festivo se nota poco. Lo político impregnó este encuentro con el cine, más que nunca. Realizadores, productores, promotores, organizadores de otros festivales reiteran la pregunta que resuena en las entradas a los cines, en los comedores marplatenses: “a quién vas a votar?”. Es la pregunta que le sigue al saludo, casi obligada. Pocos se atreven a mostrar su simpatía por el color amarillo. El que se anima a volcar su incertidumbre al aire y responder: “ninguno me representa, voto en blanco”, recibe una mirada furtiva desde varios ángulos.

El clima político no sólo se vive afuera, puertas adentro también y sobre todo desde el punto de partida. En el acto inaugural, realizado anoche en el Teatro Auditorio, los oradores pusieron la coyuntura por encima de la temática central de este Festival. Con la conducción de la periodista Gabriela Radice, la ceremonia contó, inicialmente, con las palabras del intendente de la ciudad anfitriona Gustavo Pulti. El funcionario resaltó los logros de las políticas culturales y significó su despedida en ese rol, ya que no logró la reelección tras la derrota en las elecciones con Carlos Arroyo, candidato de Cambiemos.

No faltó al acto, Jorge Telerman, titular del Instituto de Cultura de la Provincia de Buenos Aires. En su oratoria, remarcó el rol del proyecto nacional en la gestión cultural y resaltó la creación desde hace un año y medio del Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata que se suma como sede del Festival.

Una de las más aplaudidas fue Lucrecia Cardoso, presidenta del INCAA. Tampoco se quedó atrás. Su tono se entremezclaba entre la apertura inaugural, el orgullo por este encuentro y un acto puramente partidario. “Recibimos más de 4000 películas de 80 países de las cuales más de 400 se verán en Mar del Plata”. La funcionaria destacó el crecimiento del cine nacional con películas como El Clan y La Patota. “El cine no se desarrolla en un país que no se desarrolla. Esto se debe a que el país cree”. El discurso continúo con cifras en relación al incremento en la compra de entradas en los cines, los fomentos a la industria cultural, a los proyectos dentro del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.

Tras un reconocimiento la Enerc y breves palabras de Santiago Loza, egresado de esta escuela junto con la santafesina Vanessa Ragone y Fernando Martín Peña, llegó el turno de homenajear al protagonista de la noche con un: GRACIAS MAESTRO.

El hombre más aplaudido de la velada, y no por ser el hermano de la Chiqui, se llevó su merecido momento. Todos esperaban, después, las palabras de José Martínez Suarez, el director del Festival. Comparto aquí su humor, su simpatía y su habitual y esperado discurso. (VER AUDIO)

Sólo restaba la presencia del director francés Arnaud Desplechin para presentar su película de apertura “Tres recuerdos de mi Juventud” y la ceremonia se daba por concluida.
Algunas perlitas rondaron el acto como la presencia del chileno Benjamín Vicuña en el Auditorio. Pero su protagónico ya había pasado, más allá del incesante pedido de fotos del público femenino. Poco importaba allí, su recorrido mediático y mucho menos, su vida privada. En Mar del Plata, importa el cine y las competencias en las secciones. Aunque esta vez, la oportunidad de un Premio Astor es tan significativa como la ocasión para sumar votos en otra competencia: la del 22 de noviembre.