Hoy - Empate sin goles y dolorosa eliminación

Jueves 28 de Mayo de 2015 - 20:00 hs

Colón perdió por penales con Acassuso y se fue de la Copa

Está claro que al Sabalero definir por penales en Córdoba no le sienta bien. Esta vez, luego de empatar 0-0 con un equipo de la tercera categoría, se despidió de la Copa Argentina al fallar Eguren su penal. El Sabalero jugó un pésimo partido

Ocasión desperdiciada. La que podía haber sido una gran oportunidad para silenciar las dudas después de un vacilante andar por el torneo de Primera, se ha acabado convirtiendo en una nueva bala que dispara a toda la línea de flotación de la nave rojinegra. Colón ha sido víctima de las tímidas ganas de un modesto y digno rival, y de su falta de claridad en el juego, así como del mal momento por el que atraviesan varios jugadores y que ya nadie puede discutir y mucho menos disimular.

Colón afrontó con suplentes el partido por los 32avos de final de Copa Argentina 2015. Y si con los titulares el Sabalero "está en deuda", con los alternativos "presentó quiebra". Mostró una imagen más distorsionada, ordinaria, muy austera… y eso que enfrente estaba Acassuso, un equipo de la tercera categoría. Este mismo Acassuso lo dominó, lo controló y bien le pudo ganar durante los 90 minutos de juego que terminaron igualados en cero. Pero la recompensa llegó un poco más tarde en la ejecución de penales donde se quedó con el triunfo y un cheque por una valiosa suma de dinero que también dilapidaron los de nuestra capital.

El problema rojinegro no es cuánto se corre, sino cómo, con qué estímulos, por qué razones. Sin concepto, sin la más mínima idea de que se debe hacer, la carrera se vacía y se aleja del fútbol. Es cierto que le puede seguir faltando estado físico, pero también a este equipo le falta volumen de juego, gol, actitud y fundamentalmente carácter. En síntesis, se corre mal, se piensa poco y nublado, y se juega peor. Con un plantel apenas justo, era normal que le pasara factura la Copa Argentina aunque se esperaba algo más. 

En “Susso” se vio un equipo que pese a sus limitaciones fue solidario, compacto y hasta atrevido, fundamentalmente cuando la pelota pasó por los pies del número 10, Gastón Ada. El “enganche” del elenco de Walter Otta fue la figura del partido. Fue una pesadilla para los rojinegros que pocas veces pudieron controlarlo. Fue mucho más Acassuso durante todo el partido o en todo caso, fue extremadamente poco Colón. De a ratos, inadmisible que los futbolistas del conjunto del Barrio Centenario no dieran dos pases seguidos ó no fueran capaces de generar una, tan solo una situación clara de gol.

Colón fue en Córdoba un equipo parecido a una alianza o frente electoralista sin ninguna coincidencia programática. Para ser más claros, Colón fue un amontonamiento de nombres sólo entendible en la desesperación de armar un conjunto de futbolistas obligados a afrontar un compromiso; nunca un equipo dispuesto a ganar y enrostrar por qué entre unos y otros hay diferencia de tres categorías. Fue otra vez un racimo de voluntades formado en la cautela, el temor y la falta de generosidad. Javier López está obligado a mejorar de manera urgente el producto y a darle continuidad a los buenos momentos, que por estos tiempos duran menos que el sueldo de un jubilado.

Perder es parte del juego. Uno debe admitir la derrota como una chance concreta dentro de un fútbol cada vez más parejo, aún cuando se enfrenta a rivales de distinto nivel. Lo que sí uno debe reclamar es el "cómo"… y si uno pregunta "¿Cómo perdió Colón ante Acassuso?", lo primero que me nace decir es "sin jugar y hasta casi sin transpirar”, y es ahí donde la ecuación nos lleva a decir "PERDIÓ SIN VERGÜENZA DEPORTIVA"… por eso el enojo final de la gente que se retiró con pena y sin gloria.

Consumada la eliminación, el arrabal de la amargura colectiva decoró la desolada escenografía del estadio de Instituto donde los fieles rojinegros dieron el presente en gran número. Desbordados por la diabólica partitura del desconsuelo, los genuinos hinchas se fueron amargados. Una vez más el equipo no estuvo a la altura... a su altura. Y tienen razón con enojarse. Es tan ruin y tan injusto ver a un equipo no representar dignamente los colores, que es imposible digerir todavía la eliminación, por más merecida que haya sido. Ya no se aceptan más excusas, todas quedaron enterradas en Alta Córdoba.