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Miércoles 05 de Octubre de 2011 - 13:25 hs

Sadop saludó a los maestros en su día mundial

El día 5 de octubre ha sido establecido por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación), como el día mundial del docente, conmemorando el Acuerdo entre dicho organismo y la OIT (Organización Internacional del Trabajo), suscipto el 5 de octubre de 1966.

Dicho Acuerdo OIT/UNESCO trata precisamente sobre las condiciones de trabajo de los docentes. Esta normativa debería ser de cumplimiento obligatorio para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, pero aún a la fecha existen muchos países que se niegan a ratificarlo y hacerlo cumplir, como así también muchos aspectos de este decálogo normativo, que aún habiendo sido ratificado por la legislación nacional, no tienen efectivo cumplimiento en el trato cotidiano para con los docentes.

Este año, como en los anteriores, la UNESCO nos propone reflexionar sobre la igualdad de género, habiendo establecido como lema de esta celebración en el año 2011 "Los docentes de la igualdad de género".

Cometido ambicioso, sobre todo si tenemos en cuenta la realidad internacional de los trabajadores de la educación, cuyos sistemas educativos no siempre respetan la igualdad de género, o si tenemos que partir de la realidad familiar de los alumnos, en cuyo seno dicha igualdad no es ni reconocida, ni mucho menos aún valorada.

Más allá de estas realidades hoy a los docentes se nos propone ser los adalides de esta igualdad, en un mundo de tantas desigualdades, que a su vez implican injusticias, discriminaciones y descalificaciones.

También esta celebración internacional no es otra cosa que el reconocimiento mundial a la tarea docente, que superando estas ostensibles dificultades significan para la población del mundo un verdadero ánimo de progreso humanitario, que día a día, con la acción de los docentes se va incorporando a la cultura internacional.

Sintámonos parte de este gran sujeto colectivo que cambia al mundo, que transforma la conducta de los pueblos incorporando más justicia en el trato cotidiano, y en este caso más igualdad entre los hombres y mujeres de la humanidad.

Nada de todo esto exime la lucha, nada de todo lo dicho excluye un esfuerzo y una tenacidad exepcional, propia de los docentes, para que todo lo propuesto se haga realidad.

Que el reconocimiento a la importante tarea docente, como así también el reconocimiento a la igualdad de género, sean una realidad en nuestros ambientes cotidianos.

Fuente: sadop