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 El portero Jorge Mangeri reconoció hoy en el juicio por el crimen de Ángeles Rawson a un subcomisario de la Policía Federal y volvió a declarar para denunciar que éste lo interrogó, amenazó y presionó en la fiscalía para que se hiciera cargo del homicidio cometido en junio de 2013 en el barrio porteño de Palermo.

"Me amenazó, me apretó. No me voy a olvidar nunca de la cara de esta persona", dijo el ex encargado del edificio de Ravignani 2360, al referirse al subcomisario Martín De Cristóbal, segundo jefe de la División Homicidios, en su ampliación de indagatoria ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 porteño.

"Este hombre entraba y salía" de la fiscalía, y "su función era taladrarme la cabeza", dijo Mangeri.

La sorpresiva declaración se registró esta mañana cuando De Cristóbal ingresaba a la sala de audiencias como segundo testigo de la jornada y el imputado le advirtió a su abogado, Adrián Tenca, que era quien lo había amedrentado en la fiscalía.
Ante esa situación, Tenca le solicitó al TOC 9 que hiciera retirar al testigo y pidió la ampliación de la indagatoria del acusado, aunque sin contestar preguntas.

Vestido con una remera verde y un jean azul, Mangeri pasó a sentarse en la silla de los testigos, acomodó el micrófono y se limitó a lo que sucedió el viernes 14 de junio del 2013 en la Fiscalía de Instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, en la calle Tucumán 966, donde fue a declarar como testigo y terminó preso.

"Me sientan atrás de un escritorio y se encontraba la persona que entró recién a esta sala. Fue quien efectuó las preguntas. No sólo fue el que me interrogó, sino que cuando se interrumpió mi declaración y pasé dos horas detrás de ese escritorio, ingresó cuatro o cinco veces", dijo el portero sobre el policía al que describió vestido con camisa rosa, suéter gris y sacón azul.

“Empezó a decirme que mi esposa había mentido, que había contradicciones entre la declaración de ella y lo que yo había declarado”, contó Mangeri ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas.

“Después me dijo que él sabía que yo había violado a la nena, que la había matado, que la había puesto en un auto y la había tirado a la basura”, agregó.

Pidiendo “perdón a la familia”, ya que Franklin Rawson y “Jimena” Aduriz estaban presentes en la sala, Mangeri continuó: “Me decía si la nena estaba buena, si era provocativa, que seguramente me había provocado, que le dijera a la fiscal que ella me había provocado y que había sido un accidente, que a mí se me fue la mano que no la quise matar, que fue sin querer”.

En su ampliación de la indagatoria -que duró algo más de cinco minutos-, Mangeri aseguró que ese hombre lo amenazaba diciéndole que su esposa iba a “terminar presa" si no admitía el crimen de Ángeles.

“Me preguntó si mi esposa había estado en la cárcel, le dije que no. Me dijo que mi esposa iba a durar dos días en la cárcel, que por la enfermedad que tenía la iba a pasar mal, que lo mejor que podía hacer era que llamara a la fiscal y yo me hiciera cargo del asesinato”, relató Mangeri.

El imputado dijo que padeció este tipo de presiones “durante tres horas”, en las que, según denunció, el subcomisario De Cristóbal “venía” y le “taladraba la cabeza”.

También denunció que cuando pidió “hablar a solas con la fiscal” para contarle que lo estaban "apretando" y “amenazando”, Asaro se negó y le dijo que “todo lo que tenía que decir, lo tenía que decir ahí adentro”, donde también estaba De Cristóbal.

“Yo noté que básicamente era lo mismo. Creía y creo que la fiscal sabía lo que estaba pasando dentro de la fiscalía y les dije \\'bueno, si ustedes quieren que sea yo, está todo bien\\'”, afirmó.

Al término de la declaración del imputado, el TOC 9 hizo pasar de nuevo dentro de la sala a De Cristóbal para tomarle declaración, pero Tenca tomó la palabra para decir que no era conveniente escuchar al subcomisario como testigo ya que él haría preguntas con las que éste podía autoincriminarse.

Cuando el tribunal consultó al resto de las partes, el abogado Pablo Lanusse, querellante por la familia Rawson, se mostró indignado por la estrategia de la defensa.

Es que De Cristóbal es un testigo ofrecido por ellos y ya sabían, con la exhibición que hubo de un video, que era el subcomisario al que Mangeri acusaba de haberlo presionado, por lo que no era necesario que hoy sea citado para que el imputado reitere su denuncia.

“Lamento que se haya montado este show. La actitud de hoy me da vergüenza. Lo de hoy se encuadra en el límite del escándalo”, dijo Lanusse.

Finalmente, como era testigo de la defensa y Tenca anunció que no podía interrogarlo, el tribunal dispuso que De Cristóbal se retirara y no declaró como testigo.