Polonia celebrará el domingo elecciones parlamentarias que definirán si es reelecto el actual primer ministro, Donald Tusk, o si retorna al cargo su predecesor Jaroslaw Kaczynski, en comicios que se prevén ajustados y marcados por el espectacular éxito de un nuevo partido de protesta.
A sólo un día de los comicios parlamentarios, el oficialista partido liberal Plataforma Cívica (PO) lidera las encuestas con el 39,5 por ciento de intención de voto, según el último sondeo publicado por el diario Wyborcza.
Su contrincante Kaczynski, del partido nacionalista conservador Derecho y Justicia (PiS), está lejos con una intención de voto del 29,5 por ciento, según el mismo sondeo.
Y mientras Kaczynski se muestra cada vez más agresivo, en el sector liberal apela al temor: "El futuro está en sus manos", sostiene Tusk en un mensaje electoral de radio a los electores. "No es momento de cambios", enfatiza.
Y no se refería -tal vez- tanto a Kaczynski como al exdiputado del PO, Janusz Palikot, quien con su partido de protesta recién fundado Ruch Palikota (Movimiento Palikot) se convirtió en la sorpresa de la campaña, según informa la agencia de noticias DPA.
Para los críticos, es un populista con poca experiencia política que atrae a los electores decepcionados con los grandes partidos establecidos, utilizando candidatos cambiantes.
Palikot pide mucho: más viviendas de alquiler, menos influencia de la Iglesia, libre acceso a Internet y a medios anticonceptivos.
No deja en claro cómo quiere financiar sus objetivos, pero eso no impidió que el 10,3% de los encuestados se pronunciaran a favor de votarlo y lo ubiquen a un punto de la Alianza de Izquierda Democrática (SLD), con un 9,2%, cuyo presidente Grzegorz Napieralski ya mostró cercanía de su coalición al PO.
"Quien vote hoy por el SLD o por Palikot, llevará a Jaroslaw Kaczynski más cerca del poder", lo contradijo Tusk en una entrevista con la revista Newsweek Polska.
Las encuestas atribuyen también el 8,7% del voto para el Partido Popular Polaco de los agricultores.
En la disputa electoral, Tusk, de 54 años, enarboló sobre todo su experiencia con la Unión Europea (UE) y ya anunció su intención de pedir hasta 300.000 millones de zloty (unos 67.600 millones de euros) en subvenciones de Bruselas para fomentar la modernización y crecimiento del país.
"Aquí no hay despidos masivos ni bancarrotas", afirma enarbolando la exitosa gestión para evadir la crisis económica en Polonia.
Kaczynski, por su parte, vuelve a apostar por los sentimientos nacionales. "Los polacos deben ser un gran pueblo orgulloso", gritaba en un discurso el pasado domingo acompañado de gritos de "Jaroslaw, Jaroslaw" en un acto electoral en Varsovia.
Al mismo tiempo, se presenta como protector de los decepcionados y excluidos. Sobre todo los jóvenes electores parecen querer votarlo este año, al contrario de lo que sucedió hace cuatro.
Domingo 09 de Octubre de 2011 - 00:37 hs
Polonia vota por la continuidad o el regreso de Kaczynski
Fuente: dpa