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El control de las importaciones de autos mediante las licencias no automáticas y la acumulación de stocks en Brasil ante la caída en la demanda está generando problemas en más de una automotriz local. La semana pasada fue Fiat, que anunció la suspensión de personal hasta que el gobierno brasileño le liberó el ingreso de vehículos, y ahora le tocó el turno a Renault, cuyos directivos les anunciaron a sus trabajadores de la planta de Córdoba que los cesantearán temporalmente todos los lunes de noviembre por los altos niveles de stocks en el vecino país.

“Hoy –por ayer– la empresa convocó a una reunión e informó que desde el lunes 4 de noviembre comenzarán con un régimen de suspensiones de la totalidad del personal durante los 4 lunes de noviembre”, confirmó a El Cronista el secretario de prensa del gremio Smata, Leonardo Almada. El dirigente agregó que resultarán afectados por la medida unos 2.000 operarios mecánicos que cumplen tarea en la planta de la localidad cordobesa de Santa Isabel, y que cobrarán el 75% de sus salarios durante los días de suspensión. Según Almada, los directivos de Renault argumentaron que la medida se debía a “un exceso de stock en Brasil y Argentina, pero sobre todo en Brasil”.

Desde la empresa, en tanto, emitieron un comunicado en el que se informa que “los niveles de producción de octubre están garantizados tal como fueron previstos” y que como “el volumen de fabricación se revisa a diario y se modifica en estricta relación con la demanda local e internacional, no existe ninguna medida excepcional de fabricación prevista o confirmada para noviembre”.

De esta forma, no confirmaron ni descartaron la medida, que según Almada, fue planteada con mucha firmeza. “Nos plantearon que no hay ninguna posibilidad de dar marcha atrás con la medida”, dijo.

A su vez, fuentes de Smata Córdoba –gremio que conduce Omar Dragún– manifestaron una gran preocupación por la falta de trabajo. “Ya hubo un intento de suspensiones en Fiat y ahora con esto, hay mucha inquietud. La decisión nos sorprendió y esperamos que no se repita en otras terminales. Por ahora no hay previsión de medidas de fuerza”, señalaron.
Consultados directivos de Toyota, Volkswagen, General Motors y Peugeot, informaron que por el momento no están previendo freno en la producción y que el mecanismo de las licencias brasileñas, aunque lentamente, está funcionando. En algunos casos, ya están previendo cómo sortear un problema con la autorización de las licencias o una menor demanda de Brasil, y la solución sería, primero, eliminar las horas extras.

Con respecto a Peugeot, dirigentes de la UOM también mostraron inquietud, ya que “la planta está colmada, así como también los predios de Campana y Zárate”. “Por ahora no han comunicado ninguna decisión de suspensiones, pero vemos venir una situación complicada porque la mayor parte de los autos que se producen son de alta gama para la exportación a Brasil”, precisaron.

Si la demanda del mayor socio del Mercosur profundiza su caída y los “casos puntuales” de Fiat y Renault se extienden a toda la industria, comenzarán a sentir el impacto las autopartistas. “Las suspensiones a los proveedores los mata. Financieramente no las pueden bancar”, precisó un directivo de AFAC, quien añadió que “la primer variable de ajuste son los trabajadores contratados”. El sector emplea unas 30.000 personas en las terminales y la cifra asciende a 137.000 si se considera toda la cadena de valor.

La producción de autos llegará este año –según las estimaciones– a las 867.000 unidades, de las cuales se habrán exportado unas 552.000. En los primeros nueve meses del año, el crecimiento de la producción fue del 23% en comparación con el mismo período de 2010. En cuanto a los patentamientos, ascenderán a 849.500, de los que 305.000 son nacionales.