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Dicen que la distracción es la mejor cura para los problemas cotidianos. Lo han estudiado los sociólogos, pero lo intuyen –con un bajo margen de error– Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, los líderes de Alemania y Francia, devenidos arquitectos del plan que podría hacer a un lado tanta incertidumbre ligada a la crisis de deuda de la zona euro.

Bajo todas las miradas, Merkel y Sarkozy pusieron en marcha un nuevo capítulo cuyo objetivo, parece, es ganar tiempo, o al menos, no perder masa crítica de expectativa, mientras llega la cumbre del próximo domingo. Contrarreloj, y fuera de agenda (tenían pensado hacer una conferencia telefónica), Merkel y Sarkozy decidieron encontrarse personalmente en Frankfurt para superar diferencias. Pero según trascendió anoche, poco parecen haber avanzado. La idea de utlizar el fondo de rescate para garantizar futuras emisiones de bonos es una de las tantas que está en debate, junto a la posibilidad de apalancar el fondo convirtiéndolo en un banco que tenga acceso a la financiación del Banco Central Europeo, algo a lo que Alemania se opone.

La noticia del encuentro sumó así apenas un casillero, si es que alguno, en una jornada que careció de argumentos. Las acciones estadounidenses cayeron 0,6% mientras que las bolsas europeas lograron subas marginales de hasta 0,6% sobre el final de la rueda de operaciones. En la Argentina, el índice Merval perdió 0,14%. Es que a pesar de la fuerte actividad que desarrollan los líderes europeos por estos días, las posibilidades de que el domingo se den a conocer medidas que marquen un antes y un después parecen descartadas. En rigor, Merkel había asegurado que los líderes no resolverán la crisis de deuda en una sola reunión. La esperanza radica entonces en que en la cumbre del domingo se acuerden nuevas herramientas para disminuir el impacto negativo que ha tenido la crisis.
Alemania y Francia también deben definir un plan para fortalecer el capital de los bancos con exposición a los países más débiles y llegar a un acuerdo respecto a la quita que se aplicará en el canje griego.

En Estados Unidos, las dudas que rodean el ritmo de la recuperación económica de Estados Unidos también apoyaron el atractivo de seguridad que ofrece la deuda pública.
Los bonos cedieron las pérdidas y pasaron a positivo ayer por la tarde, después que la Reserva Federal divulgó su informe Libro Beige sobre las condiciones económicas de Estados Unidos en septiembre. La Fed dijo que el panorama sobre las futuras condiciones de las empresas era visto en general como más débil o más incierto.

A nivel local, los bonos volvieron a subir llevados por una sostenida demanda y los signos positivos se repitieron en casi todas las emisiones. El Boden 2013 se destacó con un salto del 3,09% y la versión 2012, el título de vencimiento más próximo, subió 1,55%.
Los Discount en pesos, los títulos de referencia del canje de la deuda, treparon 2,23% extendiendo la racha alcista de las últimas ruedas y, siempre entre las emisiones más negociadas, los cupones PIB avanzaron 0,38%. Entre las acciones, los mejores recorridos correspondieron a Siderar, que ganó 2,04% y también para YPF que creció 1,97%.