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Lunes 10 de Octubre de 2011 - 11:00 hs

El presupuesto nacional prevé un fuerte aumento de partidas para el Congreso

Las partidas para el gasto del Congreso aumentarán el año próximo más de 40%, según el proyecto de presupuesto enviado por la Casa Rosada. Esa suba, que aún debe ser aprobada, se dará en un contexto de falta de control de las erogaciones legislativas, que colocan a la Argentina en el penúltimo lugar en el ranking elaborado por la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa.

Si es elegido vicepresidente Amado Boudou, funcionario dilecto de la presidenta Cristina Kirchner, recibirá un premio por demás suculento: un aumento del 51% en la partida del Senado, órgano que encabezará a partir del 10 de diciembre próximo. Así figura en el proyecto de ley de presupuesto 2012 elaborado por el propio Boudou, actual ministro de Economía.

Según pudo comprobar LA NACION en las planillas respectivas, la partida del Senado experimenta un salto importante, ya que de los 587 millones de pesos previstos para este año pasará a algo más de 892 millones. Uno de los mayores aumentos se producirá en el rubro viajes (30%), ya que pasará de 24 millones a 31 millones de pesos para los 72 senadores.

Para la Cámara de Diputados, el proyecto oficial fijó un aumento un poco menor al de la Cámara alta, de 38%. De 856 millones de pesos saltará a 1185 millones. El incremento previsto para el Poder Legislativo es uno de los mayores de los últimos años. Para 2011 se había proyectado una suba del 16%, pero el presupuesto no fue aprobado por el Congreso. En 2010, el aumento fue del 7,1%, y en 2009, del 8,6 por ciento.

Lo polémico aquí no es sólo el incremento de las partidas, sino la falta de transparencia en la ejecución de los gastos legislativos. Justamente, ésta es una de las conclusiones de un informe que elaboró la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa, integrada por organismos no gubernamentales de Chile, Perú, México, Colombia y la Argentina.

Ese informe, que se basó en la información disponible en las páginas web de los parlamentos de los citados países, coloca a la Argentina en el anteúltimo lugar en materia de difusión pública de los gastos legislativos. El último puesto fue para Colombia, mientras que Chile se llevó los laureles por ser el país más transparente.

"En la Argentina se puede acceder a las partidas presupuestarias del Senado y no de la Cámara de Diputados. Sin embargo, se desconoce la ejecución del presupuesto de ambas. En ninguno de los dos casos es posible acceder a la asignación de recursos para cada uno de los legisladores", menciona el informe sobre nuestro país.

"Mientras no se desarrolle una cultura eficiente del control, difícilmente el Congreso haga suya esta práctica -enfatizó, por su parte, Fernando Straface, director de Cippec, participante de la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa-. La responsabilidad es compartida tanto por oficialistas como opositores; nadie quiere revelar en qué se gasta, qué viajes realiza o qué contratos otorga."
Los viajes, un agujero negro

El presupuesto legislativo contempla, entre sus diversos aspectos, la partida "pasajes y viáticos". Resulta sorprendente cómo este rubro se viene incrementando en el último tiempo, máxime si se considera que durante este año prácticamente no hubo sesiones en el Congreso debido a la campaña electoral.

En el Senado, por ejemplo, el gasto para este año se incrementó en un 150% respecto de 2010: de 9,5 millones de pesos a casi 24 millones. Para el año próximo, la partida vuelve a subir, esta vez a 31 millones de pesos (un 30%), por lo que se eroga 431.637 pesos por senador por año.

En la Cámara de Diputados, la suba también es llamativa: pasó de 21,8 millones de pesos en 2010 a los actuales 42 millones, es decir, un 92% de incremento. Para 2012, la suba será de un 38 por ciento y alcanzará los 58.280.846 pesos, es decir, 226.773 pesos por diputado por año.

El mayor problema que aquí se observa no es tanto el monto, sino que no existe un mínimo de control sobre cómo se ejecutan esos gastos ni cómo funciona el régimen de viajes y viáticos. Así lo advierten la diputada Laura Alonso (Pro) y la fundación Directorio Legislativo. Ambos intentaron, por su lado, acceder a esta rendición de gastos, sin lograrlo. También LA NACION recabó esa información y envió las consultas del caso a las autoridades de ambas cámaras, pero no obtuvo respuesta. Curiosa paradoja de uno de los poderes de la República, cuya atribución fundamental, además de legislar, es la de controlar a los demás estamentos estatales.

El presupuesto del Congreso no sólo afronta el costo de los pasajes, tanto aéreos como terrestres, que utilizan los legisladores para movilizarse hacia y desde la Capital. También solventa los viajes al exterior (y los correspondientes viáticos) que realizan diputados y senadores cuando son invitados por gobierno u organismos oficiales de otros países.

El problema, otra vez, es la falta de transparencia. "Los viajes de los legisladores son hoy un agujero negro en la Cámara de Diputados -advirtió la diputada Alonso, ex directora ejecutiva de la Fundación Poder Ciudadano-. No está mal, al contrario, que los legisladores viajen al exterior en misiones oficiales para capacitarse o participar de seminarios y conferencias. La cuestión es que no hay un procedimiento que permita una adecuada rendición de los gastos. Tampoco se puede saber quiénes son los que viajan y por qué razón, cuando debiera ser público", agregó.

La misma desinformación existe en lo que se refiere a los subsidios y becas que distribuyen los legisladores, sobre todo en la Cámara de Diputados, alerta Alonso.

Fuente: lanacion.com