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La optimización del Sistema de Atención Primaria (SAP) de Salud es clave para remover barreras en el acceso al tratamiento de enfermedades olvidadas, como el Chagas o la Leishmaniasis, afirmó un sanitarista jujeño en un simposio que reunió a 600 especialistas.



"Persiste una baja capacidad de respuesta del nivel primario de atención" y para avanzar "se requiere la efectiva transformación de todo el sistema de salud, la rejerarquización del agente sanitario y cargos por concurso, que en mi provincia, Jujuy, los estamos haciendo hasta para choferes", afirmó Carlos Ripoll, director provincial de Programas Sanitarios jujeños.

El especialista expuso las barreras de acceso a los tratamientos para enfermedades olvidadas en el SAP de salud, durante el Segundo Encuentro Nacional de Enfermedades Olvidadas y Control Epidemiológico de Enfermedades Transmitidas por Vectores, organizado por la Fundación Mundo Sano.

Ripoll historió los antecedentes del SAP desde la lucha por la erradicación del paludismo -endémico en noroeste y nordeste-, que culminó exitosamente en 1946 con una campaña protagonizada por Carlos Alvarado, Cecilio Romaña y Ramón Carrillo, dando paso al objetivo de erradicación a través de la "dedetización", dijo en referencia al poderoso insecticida estadounidense DDT.

"Sabemos meter los pies en el barro y las narices en los cántaros para buscar las larvas, somos constitucionalmente matamosquitos", asumía risueñamente Alvarado por entonces, cuando se desplegaba por el país profundo el plan de "policía de focos".

Basado en ingeniería sanitaria, Alvarado concibió en 1947 el plan que estableció "un primer círculo de control del mosquito; un segundo círculo a mil metros del primero -calculado por el vuelo de las hembras- y un tercero a otros mil", contó Ripoll.

Circunscripta la localidad, comenzaba el saneamiento de criaderos de larvas, para lo cual Alvarado formó personal de campo que conocía la geografía del lugar, los vecinos y las viviendas, logrando una reducción del 61 por ciento de la incidencia.

La experiencia en control del paludismo originó el programa de salud rural en Jujuy, en 1966, que se propuso resolver problemas básicos de salud y creó el agente sanitario elegido por la comunidad con la consigna "riesgo por riesgo, familia por familia, casa por casa, niño por niño", reivindicó Ripoll.

La epopeya sanitaria hizo que en 1978, desde Alma-Ata, en Rusia, se lanzara al mundo la experiencia con la categoría de Atención Primaria de Salud, recomendando su implementación.

"A 33 años de Alma-Ata, los problemas son hoy fundamentalmente urbanos -de droga, abandono, violencia familiar- y se necesita otro tipo de equipo en SAP, integrado también por antropólogos y sociólogos", consideró Ripoll, quien observó que con "la medicalización del Sistema se olvidó la educación sanitaria".

Otro aspecto abordado fue la disponibilidad de fármacos que, por ser de bajo costo, son poco lucrativos para los laboratorios, que carecen de interés en producirlos.

"Es la raíz del problema de las enfermedades olvidadas, poco atractivas para la producción comercial por el bajo costo del tratamiento", dijo a Télam Alejandro Krolewiecki, del Instituto Nacional de Enfermedades Tropicales, sede Orán de la Universidad Nacional de Salta.

Según el investigador, los medicamentos para enfermedades olvidadas como las parasitosis, el Chagas, la Leishmaniasis o el paludismo "deben tener iguales estándares de calidad que cualquier fármaco, aunque pueden tener caminos para acelerar regulaciones".

"Hay que encontrarles nuevos usos a drogas ya disponibles en el mercado, explorar co-formulaciones y desarrollar tratamientos pediátricos, para embarazadas y enfermos graves", planteó Krolewiecki, quien consideró que "los médicos deben viajar a donde están los pacientes y los medicamentos estar cerca" de ellos.

Al inaugurar el encuentro, el ministro de Salud, Juan Manzur, dijo que Argentina avanzó "en la tarea de disminuir el impacto de enfermedades de antiguo conocimiento pero hoy reemergentes, la mayoría de ellas asociadas a la desigualdad y la pobreza".

"Por primera vez en la historia de la endemia del paludismo, el país se encuentra en la fase de eliminación de su transmisión autóctona y se estima que el año próximo se cumplirán tres años sin transmisión local", anunció.