En base a datos arrojados por un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un equipo de investigadores midió cuánto y cómo afecta la carencia de servicios básicos y de salas de apoyo en el aprendizaje en el rendimiento académico de un niño.
Las condiciones físicas de las escuelas y el aprendizaje de sus alumnos están asociados, para bien o para mal. Porque es muy distinto estudiar en un establecimiento donde hay agua potable, cloacas y electricidad, que en uno que carece de esto. Y también es diferente asistir a una escuela que cuenta con biblioteca, sala de computación y laboratorios, que a una que no lo tiene.
El estudio encontró con que la presencia de espacios de "apoyo a la docencia" -como bibliotecas, laboratorios de ciencias y salas de computación- más la existencia de servicios básicos (luz, telefonía, agua potable, alcantarillado y suficientes baños) puede significar una diferencia de 20 puntos en la prueba de lenguaje Serce.
Este test es parte del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Serce) de 2006, coordinado por la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina. Serce fue aplicado a niños de 3° y 6° básico de 16 países de la región (incluido Chile), para medir los conocimientos de los escolares en matemática y lenguaje. Además, incluyó una encuesta a los alumnos y a sus familias acerca de diversos aspectos, como los recursos físicos que tenían sus establecimientos.
Basados en esos datos es que el equipo de investigadores formado por Jesús Duarte, Carlos Gargiulo y Martín Moreno se encontró con grandes diferencias en la disponibilidad de infraestructura entre países y también entre los distintos tipos de escuelas.
Chile, Argentina y Uruguay exhiben los mejores indicadores en servicios básicos y salas de apoyo a la enseñanza. La situación más crítica se vive en Nicaragua, Paraguay y Guatemala.
"En general, hay un déficit de infraestructura en todos los países, incluso en los del Cono Sur, que son los que tienen mejores indicadores. Y el déficit mayor, en todos los países, está en las escuelas que atienden a la población más pobre y rural", explica Jesús Duarte, jefe de la División de Educación del BID.
Esa brecha genera fuertes diferencias entre las escuelas mismas. Así, el puntaje en la Serce de lenguaje de una escuela rural con salas de apoyo es de 487 versus los 465 de una que carece de esos recursos. Y una urbana con biblioteca, sala de computación y laboratorio de ciencias obtiene 525 puntos, versus los 506 de una sin esas instalaciones.
Lunes 24 de Octubre de 2011 - 16:13 hs
Escasa infraestructura escolar influye en el rendimiento académico
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que la presencia de espacios de "apoyo a la docencia" -como bibliotecas, laboratorios de ciencias y salas de computación- tiene peso en el desempeño escolar en la niñez.