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 En su causa de fondo con la Argentina, los llamados fondos buitre respondieron con artillería pesada al pedido de nuestro país para que la Corte Suprema tome el caso al conseguir que un ex fiscal general y cinco ex jueces norteamericanos apoyen su posición.

La figura del fiscal general es la máxima posición dentro del gobierno para la aplicación de Juticia y equivale a la de secretario del área. En este caso, se trata de Michael B. Mukasey, quien desempeñó el cargo con el gobierno de George Bush, hasta la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.

Junto con él firman la presentación un grupo de cinco ex jueces federales. En conjunto, se oponen a que la Corte Suprema revise los dos fallos adversos que pesan sobre nuestro país en la llamada causa de fondo con los fondos Elliot y Aurelius Management.

Se espera que el documento en el que expresan esa opinión ingrese esta noche por la ventanilla de entradas del máximo tribunal.

"Un amicus de alto perfil", definieron en medios cercanos a los demandantes al caracterizar la presentación.

Por plazo procesal, los fondos NML y Aurelius debían presentarse hoy ante la Corte Suprema.

La sorpresa, sin embargo, es el amicus de estos seis juristas norteamericanos que se espera de un momento a otro. Entre ellos, el ex fiscal general Michael B. Mukasey, nominado en su momento, por el ex presidente George Bush.

Antes de llegar esa posición, el ex procurador trabajó en la misma corte de distrito de Nueva York en la que se desempeña el juez Thomas Griesa, quien impuso la condena cuya apelación la Argentina pide ahora a la Corte Suprema.

Acompañado por otros cinco jueces, su se opondrá a las presentaciones en igual sentido que elevó la Argentina. En total, cerca de una decena. Una de ellas, del gobierno de Francia.

Estados Unidos no se presentó en este caso para acompañar a la Argentina, pero según reveló días atrás el secretario del Tesoro, Jack Lew, los argumentos de quienes defienden la posición argentina "merecen ser escuchados"..