Hoy - Nacional B

Miércoles 18 de Septiembre de 2013 - 23:48 hs

Independiente volvió a ganar y a tomar aire

Con gol de Montenegro, el Rojo le ganó 1-0 al humilde y combativo Villa San Carlos. Desde la llegada de De Felippe, el equipo sumó siete de los últimos nueve puntos y se acerca a las posiciones de ascenso.

Independiente sumó un nuevo triunfo al superar a Villa San Carlos por 1-0 en el estadio de Gimnasia La Plata y, si bien no le sobró nada, confirmó su remontada desde la llegada de Omar de Felippe. Con siete puntos de los últimos nueve en juego, el Rojo ya llegó a 10 y ahora debe saldar su cuenta pendiente para soñar con el ascenso: ganar de local.

De entrada, Independiente entendió que había que salir a agredir a un rival infinitamente inferior que aún no logró ganar en lo que va del torneo y que, de a ratos, se asemejó a un equipo amateur. El ímpetu inicial parecía encaminarlo a una victoria clara y simple, pero el envión se cortó rápidamente cuando la defensa quedó mal parada ante el primer pelotazo de Villa San Carlos y Diego Rodríguez debió evitar la caída de su valla.

El equipo de Ricardo Rezza también tenía su plan, y era explotar la espalda de Razzotti y Zapata y forzar a un adelantamiento de la última línea roja. Así, el trámite fue llevando al Rojo a no arriesgar tanto y a recuperar el orden en defensa. El encuentro se hizo friccionado y esto favoreció al local, que contrarrestó la enorme diferencia de jerarquía de los planteles a puro sacrificio y entrega.

Cuando el duelo se estaba enturbiando demasiado para Independiente, encontró la ventaja. Pisano, el mejor jugador de la cancha, se conectó con el Rolfi y dejó solo a Vallés ante Sessa. La emboquillada del lateral quedaba corta y Montenegro la empujó para poner el 1-0 a los 26 minutos del primer tiempo. El gol le dio algo de tranquilidad al Rojo y Villa San Carlos se encontró ante la obligación de salir a buscar el resultado.

En la segunda parte los de De Felippe mostraron su mejor versión ofensiva del campeonato. Con la velocidad y habilidad de Pisano para generar espacios y el eventual complemento de Parra, Monserrat y Montenegro, las situaciones de gol se sucedieron y el arco del Gato Sessa temblaba ante cada embate rojo. Pero el gol no llegaba y Villa San Carlos mantenía la ilusión.

Encima, el correr de los minutos cargó de nerviosismo a Independiente, que con los minutos resignó sus chances de ir por el segundo y empezó a defenderse cada vez más cerca del Ruso Rodríguez. De todos modos, un digno pero inocuo Villa San Carlos no encontró la manera de lastimar e Independiente terminó festejando un nuevo triunfo. Algo más cerca de los puestos, el Rojo ahora busca tranquilidad y seguir creciendo.