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Es la única provincia radical, una de las dos que limitan con tres países y una de las cinco con peor índice de desarrollo humano (acceso a la salud, educación y vivienda). Su economía, casi sin industrias y con 31% de empleo público, depende de la producción de arroz, naranja, tabaco, yerba mate y madera. Así y todo, enfrentada a la Casa Rosada, se las arregló en los últimos años para mantener sus cuentas en orden sin emitir bonos, pagar los salarios públicos en fecha y llevar la jubilación mínima hasta los 3.200 pesos, 30% más que la nacional.

Más de 760 mil correntinos están habilitados para elegir hoy gobernador, 7 senadores y 17 diputados provinciales, 70 intendentes, concejales y hasta convencionales para reformar la carta orgánica de la capital. Deberán decidir si le ratifican su confianza a Ricardo Colombi, que gobernó la provincia entre 2001 y 2005 aliado al kirchnerismo y regresó en 2009 luego del interregno de su primo Arturo para terminar rompiendo con los K, o si optan por alguno de sus contrincantes.

Los sondeos previos pronostican una disputa con final abierto con el intendente de la capital, Carlos Mauricio “Camau” Espínola, que cuenta con el respaldo absoluto del gobierno nacional y los gobernadores peronistas vecinos. En las últimas semanas, los funcionarios nacionales recorrieron junto a él la provincia distribuyendo todo tipo de planes sociales.

Dos veces intervenida y sin victorias peronistas desde el retorno de la democracia, la atomización política correntina es total. El Encuentro por Corrientes (ECO) de Colombi lleva una veintena de colectoras donde se integran la UCR, el peronismo no kirchnerista, PRO, parte del socialismo, Acción por la República y el Partido Nuevo del ex gobernador condenado por corrupción “Tato” Romero Feris. Detrás de Espínola se amontonan desde el PC a la UCeDé y fragmentos de los partidos Autonomista y Liberal que se distribuyeron el poder durante décadas.

El senador radical Nito Artaza, enemistado con Colombi , aparece como el tercero en discordia.

Cerca del gobernador lo tildan de traidor y sugieren que es parte de un acuerdo encubierto con el kirchnerismo para complicar la reelección. El cuarto candidato es Manuel Sussini, ex autonomista que se presenta como la expresión local de Sergio Massa. Si el ganador no supera el 45% de los votos o los 40 con 10 de ventaja sobre el segundo, habrá balotaje.

Bajo un clima que se anticipa lluvioso, la elección se define por la capacidad de movilización.

La mayoría de los taxis de la capital acordaron trabajar todo el día para el FPV por 550 pesos.

La elección correntina despierta inocultables expectativas nacionales. La plana mayor de la UCR y peronistas como José Manuel de la Sota están listos para volar para una eventual celebración de Colombi. Un triunfo de Espínola traerá a una carrada de funcionarios nacionales y gobernadores k.