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 Macristas y massitas rechazaron la denuncia mediática de Elisa Carrió sobre un supuesto intento de destitución de la presidente Cristina de Kirchner para instaura un "gobierno de transición" en manos de la oposición hasta que Sergio Massa asuma la magistratura. La candidata a diputada por UNEN incluyó en la lista de presuntos conspiradores a Mauricio Macri y dijo que "formaba parte" de los sectores destituyentes.

Ante esas declaraciones, el diputado del PRO Federico Pinero calificó los dichos de la exlíder del ARI de "totalmente disparatados" y consideró como "gracioso" que acusen al jefe de Gobierno porteño de querer a sacar a Cristina "para poner a Massa como presidente".

"Es incomprensible. Dice que Macri quiere derrocar a Cristina. Lo más gracioso es que haríamos todos eso para que Massa sea presidente y después hacemos una fiesta en un psiquiátrico y ponemos los globitos del PRO", relató con ironía, a carcajadas.

"Carrió es bastante parecida a Cristina en el tema de amigo-enemigo y es una actitud que precisamente es lo que tiene que cambiar de la etapa kirchnerista. La próxima tiene que ser la de construir la Argentina entre todos, más allá que pensemos cosas distintas", sostuvo el titular del bloque PRO en declaraciones a Radio 10.

En la misma línea se expresó el expresidentes de la UIA y actual candidato a diputado del Frente Renovador, José Ignacio de Mendiguren, quien desafió a Carrió a presentarse en la Justicia con pruebas. "Sería muy grave hablar de un golpe institucional, son declaraciones muy importantes. Si realmente cree eso debería ir a la Justicia".

"Tenemos el compromiso de aportar todo lo necesario que esté a nuestro alcance para garantizar la gobernabilidad", sostuvo el empresario industrial en declaraciones a Radio Del Plata.

Para De Mendiguren, la idea de una virtual destitución la desparramó el mismo Gobierno. "El oficialismo lo plantea como un eje para asustar o para buscar culpables por sus problemas, en vez de resolverlos", argumentó.

En una entrevista concedida días atrás a un matutino, Carrió desarrolló su versión. "Está enojado porque lo sacaron del juego. Él quería formar parte de la interna del PJ y no lo dejaron. Yo no conozco a ese círculo rojo, porque nunca pertenecí. La reiteración del círculo rojo se repite de esta manera: un esquema de renuncia de ella, como antes fue con Isabel Perón, luego viene un gobierno de transición con sectores de la oposición, y después viene Sergio Massa", comentó si mucho más fundamento.

Sin embargo, la diputada se corrigió este miércoles y aclaró que "acá no hay golpe, hay pelea del PJ con el sindicalismo puro".