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 Los diputados del oficialista Frente para la Victoria (FpV) buscarán la sanción de la iniciativa que hace una semana fue votada y girado por el Senado.

El proyecto, que permite ingresar en la reestructuración de la deuda a los bonistas que no aceptaron hasta ahora la propuesta argentina, recibió dictamen de mayoría con las firmas del FpV, sus habituales aliados, y el apoyo en disidencia de otras bancadas.

La iniciativa enviada hace dos semanas por el Ejecutivo suspende la vigencia de la denominada Ley Cerrojo -que impedía abonar a quienes no hubiesen entrado a los canjes anteriores- y establece que la nueva convocatoria se realizará en "términos y condiciones financieras" similares a la operación concretada en 2010.

Hernán Lorenzino se fue ayer de la Cámara de Diputados con el dictamen del proyecto que reabre el canje de deuda listo para ser convertido en ley en la sesión de hoy. Después de tres horas de debate con el ministro y Axel Kicillof, durante un plenario de las Comisiones de Finanzas y Presupuesto y Hacienda, el proyecto pasó a la firma.

Allí Lorenzino había responsabilizado al fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York por generar "incertidumbre a la voluntad de pago de la Argentina" hacia los bonistas.

Sobre la reapertura de canje recordó: "Ya hemos pagado 21.000 millones de dólares a los bonistas de la deuda reestructurada".

Al hablar ante los diputados, el ministro reafirmó que "está clara la voluntad de pago que ha tenido la Argentina" y repudió "la acción en estos fondos buitre que vuelven a poner la incertidumbre".

De todos modos, Lorenzino se mostró confiado en "una nueva instancia en la Corte Suprema" de Estados Unidos y que exista allí "una solución acorde con los argumentos que ha presentado la Argentina".

"Nosotros queremos demostrar la profunda vocación de cumplir con nuestra obligación", agregó y aclaró que "no aceptamos el planteo de lobbystas de afuera y de adentro de que queremos evadir la Justicia".

Dijo que para demostrar la posición argentina de querer terminar con el proceso de reestructuración de la deuda, es que "decimos que el levantamiento de la ley cerrojo es una clara postura de que la Argentina no ignoró la deuda con los bonistas que no habían ingresado" en las mismas condiciones que lo hicieron en 2005 y 2010.

Axel Kicillof explicó que la política de desendeudamiento aplicada desde 2003 permitió que en la Argentina la deuda externa "ahora represente menos de un 10% del Producto Bruto Interno", cuando en 2001 era "de un 95%".

El viceministro pidió "no seguir los cantos de sirena" porque "cuando nos dicen que hay mejores opciones para conseguir un endeudamiento, siempre viene acompañado por los condicionamientos de los organismos internacionales".

Por la oposición, además del radicalismo que ya había comprometido, como en el Senado, el apoyo en general a la reapertura del canje, pero exigiendo en particular que se derogue definitivamente la ley cerrojo, Federico Pinedo por el PRO anunció: "Vamos a votar a favor de la apertura del canje de deuda para que quede claro que la Argentina quiere pagar a todos sus acreedores por igual y para fortalecer así la posición de nuestro país en los tribunales de Estados Unidos".

Por el Peronismo Federal, Eduardo Amadeo también se sumó al voto: "Apoyamos porque es una cuestión de Estado, porque para que el país crezca hay que resolver el tema de la deuda", dijo y advirtió: "Criticamos el desmanejo económico que ha hecho que perdamos reservas y estemos más débiles para negociar. Para ser fuertes ante los buitres, debemos tener una economía fuerte".