La inflación anualizada en Venezuela registró en julio un nuevo salto para ubicarse en 42,6%, a pesar de que los precios durante el séptimo mes dieron una tregua al gobierno del presidente Nicolás Maduro, que también debe lidiar con una persistente escasez. La inflación anualizada a junio había sido de 39,6%.
El Banco Central informó ayer que la inflación en julio se desaceleró a un 3,2%, inferior al 4,7% del mes previo, ante las menores alzas de precios reportadas en rubros de alta incidencia, como alimentos y salud. Si bien el dato llevó alivio al gobierno, Jorge Roig, el titular de Fedecámaras, la cámara que agrupa al sector empresarial, consideraron que no es para estar celebrando porque la disminución de los precios se debió, a su juicio, a un menor consumo y una paralización de la actividad económica importante.
El Banco Central destacó el caso particular de los alimentos, cuya variación intermensual de los precios fue de 2,4%, luego de haber subido un 10% y 5,8% en mayo y junio, respectivamente.
El dato no es menor: es justamente el alto precio de los alimentos, sumado a un importante nivel de desabastecimiento de varios productos básicos, lo que ha sembrado un descontento evidente en los sectores populares, la base de apoyo del gobierno bolivariano.
La oposición venezolana asegura que el país importa el 90% de los alimentos que consume, aunque el gobierno dice haber reducido esa tasa a 30%. A eso se suma, según Fedecámaras, la política de desendustrialización que se viene incentivando con los controles de precios y amenaza de expropiaciones.
En lo siete meses que van del año, el Índice de Precios al Consumidor (INPC) acumulado se ubicó en un 29%, lo que triplicó la variación entre enero y julio de 2012, de 8,6%. De mantenerse el ritmo actual, Venezuela cerraría 2013 con un alza de precios rozando el 50%, una de las más altas del mundo y, por lejos, la mayor de América latina. De todas formas, los analistas privados calculan que rondará el (igualmente alto) 40%.
El índice de escasez de julio, en tanto, se situó en 19,4%, lo que significa que casi un 20% de los 100 productos que componen la canasta básica venezolana no se encuentran en las góndolas.
Desde que llegó a la presidencia como heredero del fallecido mandatario socialista Hugo Chávez, Maduro enfrenta una sequía de dólares que ha frenado las vitales importaciones y provocado una escasez de bienes, en un entorno de débil crecimiento y alta inflación tras una devaluación.
Venezuela devaluó su moneda este año un 32% hasta una tasa de cambio de 6,3 bolívares por dólar e introdujo un sistema de subastas de divisas (Sicad) cuya cotización casi duplica la oficial, según información del mercado. El dólar paralelo, en tanto, se multiplica por 5, cotizando 29 bolívares fuertes.
Miércoles 07 de Agosto de 2013 - 07:58 hs
Venezuela: salto de 3,2% en julio dispara la inflación anual a 42%
Fuente: cronista.com